Un chequeo oral para la boca

Por

Dr. Greg Bahnsen

parte 1

Es el profundo deseo de todo cristiano vivir una vida más santa, una que glorifique mejor a Dios y demuestre su amor. El proceso por el cual los creyentes crecen en santidad se llama "santificación". Es el resultado de la poderosa y transformadora gracia de Dios dentro de nosotros.

La obra santificadora continua del Espíritu Santo no es tan confusa o mística como muchos cristianos bien intencionados imaginan. Ella puede verse de maneras bien definidas en nuestra conducta: particularmente en la forma en que usamos nuestras bocas. Sobre nuestros hábitos lingüísticos, Dios nos dice: “Porque todos tropezamos en muchas cosas. Si alguien no tropieza en lo que dice, el tal es un hombre perfecto y poderoso para dominar todo su cuerpo” (Santiago 3: 2).

Reformar la forma en que usamos nuestras palabras, entonces, es una clave para la santificación. La muerte es tan problemática y pecaminosa que, si ella puede hacerse más santa, también pueden hacerlo otras áreas de nuestra conducta. Por esta razón, se desarrolló el siguiente "chequeo oral", que resume gran parte de lo que la Biblia nos enseña sobre la manera en que debemos hablar. Si la moral cristiana fuese más evidente aquí (NdelT: en nuestra lengua), Dios ciertamente recibiría más gloria, no solo entre nosotros, sino también, a través de nosotros, ante el mundo.

Note el poder destructivo de las Palabras

“Tu lengua, como navaja afilada, trama destrucción y practica el engaño... Lengua embustera, te encanta ofender con tus palabras.” (Salmo 52: 2, 4).

“Los cuales afilaron sus lenguas como espadas; y se armaron de palabras amargas como de flechas” (Salmo 64: 3).

"Hay algunos cuyas palabras son como puntas de espada, pero la lengua de los sabios es salud" (Proverbios 12:18).

"Un hombre vanidoso desentierra el mal, y un fuego ardiente se encuentra en sus labios" (Proverbios 16:27).

“Sus gargantas son un sepulcro abierto; con la lengua engañan; veneno de áspides está debajo de tus labios” (Romanos 3:13).

¿Difamas a tus compañeros cristianos con lenguaje áspero?

“La respuesta blanda desvía el furor, pero la palabra dura despierta enojo. La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios derrama locura. Los ojos de Jehová están en todas partes, mirando lo malo y lo bueno. Una lengua sana es un árbol de la vida, pero la maldad quebranta el espíritu” (Proverbios 15: 1-4).

“Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.

¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero, si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.” (Santiago 3:5-18).

¿Criticas innecesariamente o hablas demasiado?

"En la multitud de palabras no hay falta de transgresión, pero el que modera sus labios es prudente" (Proverbios 10:19).

"El que anda chismeando descubre el secreto, pero el fiel de espíritu es discreto" (Proverbios 11:13).

"El impío provoca conflictos, y la calumnia(o el chismoso) separa a los mejores amigos" (Proverbios 16:28).

“Conserva sus palabras el que posee conocimiento, y el hombre prudente controla sus impulsos. Incluso el tonto, cuando esté en silencio, será considerado sabio; y el que aprieta sus labios es sabio” (Proverbios 17: 27-28).

“Sin leña, el fuego se apagará; y si no hay chisme, el pleito cesará. Como el carbón es para las brasas y la madera para el fuego, así es el hombre contencioso para encender peleas” (Proverbios 26: 20-21).

¿Hablas mal de tus compañeros creyentes de una manera crítica o maliciosa?

“Hermanos, no hablen mal el uno del otro. Quien habla mal de un hermano o lo juzga, habla mal de la ley y juzga a la ley; y si juzgas la ley, ya no eres un cumplidor de la ley, sino su juez” (Santiago 4:11). “Te sientas para hablar en contra de tu hermano; hablas mal contra el hijo de tu madre” (Salmo 50:20).

“¿Quién eres tú que juzgas al siervo de otro? Para su propio señor, él se para o cae; pero será firme, porque Dios es poderoso para fortalecerlo... Porque si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, por el Señor moriremos. Porque, sea que vivamos o muramos, del Señor. Por eso Cristo murió y volvió a vivir; para ser el Señor de los muertos y de los vivos. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué desprecias a tu hermano? Porque todos nos presentaremos ante el tribunal de Cristo. Porque está escrito: Por mi vida juro, dice el Señor, que cada rodilla se doblará ante mí, y cada lengua se confesará a Dios. Así que cada uno de nosotros rinda cuentas de sí mismo a Dios. Por tanto, ya no nos juzguemos; más bien, sino propónganse no poner tropiezo o escandalizar a los hermanos "(Romanos 14: 4, 8-13).

“Todos los días tuercen mis palabras; todos sus pensamientos están contra mí por maldad” (Salmo 56: 5).

"Pero ahora he escrito que no te asocias con aquel que, llamándose a sí mismo un hermano, es un libertino, un avaro, un idólatra, un maldiciente, un bebedor o un ladrón... ni los maldicientes, ni los ladrones heredarán el Reino de Dios” (1 Corintios 5:11; 6:10).

¿Hablas sin amor?

“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (1 Corintios 13: 4-7) . ¿Interpretas a las personas bajo la Mejor Luz?

(nota del traductor: Bahnsen se refiere con mejor luz a “mejores intenciones”, desconfiando mas del mal propio que de las intenciones del prójimo; estar dispuesto a perdonar y disimular una falta para apaciguar el pleito y traer la luz y la paz de la harmoniosa mansedumbre).

[El hombre con actitudes malsanas e impías] "es soberbio... de los cuales nacen los celos, los pleitos, blasfemias, las malas sospechas..." (1 Timoteo 6: 4). [Por el contrario, el escritor inspirado, después de hablar de las malas acciones, dijo:] "Pero de ustedes, amados, esperamos mejores cosas y cosas que acompañan a la salvación..." (Hebreos 6: 9). [Ejemplos de ver a otros bajo una luz peor: 1 Samuel 1: 13-15; 17:28; 2 Samuel 10: 3; 16: 3; 19: 25-27; Nehemías 6: 6-8; Hechos 24: 2,5. Podemos tomar un ejemplo-] "Y los bárbaros, al ver la víbora colgando de sus manos, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es un asesino, visto que, escapando del mar, la Justicia no lo deja vivir" (Hechos 28: 4).

¿Es amable lo que dices?

“No te abandonen la amabilidad y la fidelidad; átalas alrededor de tu cuello; escríbelas en la tabla de tu corazón” (Proverbios 3: 3).

"Los sabios de corazón serán llamados prudentes, y la dulzura de los labios aumentará la instrucción… (NdelT: ¿creías que los gritos y los golpes enseñan mejor?) Panal de miel son las palabras suaves: dulces para el alma y saludables para los huesos" (Proverbios 16:21, 24).

"Abre la boca con sabiduría, y la ley de la benignidad está en su lengua" (Proverbios 31:26).

“Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. No hay ley contra estas cosas” (Gálatas 5: 22-23).

"Más bien, sean amables y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros, así como Dios los perdonó en Cristo" (Efesios 4:32).

"Vístanse, por lo tanto, como los elegidos de Dios, santos y amados, con las entrañas llenas de la misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia... Y sobre todo, vístanse de amor, que es el vínculo de la perfección" (Colosenses 3: 12,14).

“Y finalmente, todos tengan el mismo afecto, compasivos, que amen a los hermanos, interiormente misericordiosos y afables” (1 Pedro 3: 8).

¿Tu hablar muestra humildad?

“No hagas nada por pleitos o por vanagloria, sino con humildad; que cada uno considere a los demás como superiores a sí mismos” (Filipenses 2: 3).

"Les digo a cada uno de ustedes que no piensen de sí mismos más de lo que es correcto... Ámense cordialmente con amor fraternal, prefiriéndose mutuamente en honor" (Romanos 12: 3, 10).

"Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose mutuamente en el amor" (Efesios 4: 2).

¿Hablas negligentemente?

"El que guarda su boca guarda su alma, pero el que abre mucho los labios está turbado" (Proverbios 13: 3).

"El corazón de los justos reflexiona que ha de responder, pero la boca de los impíos derrama en abundancia cosas malas" (Proverbios 15:28).

"El que guarda su boca y su lengua guarda su alma de angustias" (Proverbios 21:23).

“¿Has visto a un hombre imprudente (precipitado) en sus palabras? Hay mayor esperanza para un tonto que para él” (Proverbios 29:20).

"Si alguno de ustedes piensa que es religioso y no refrena su lengua, sino que engaña a su corazón, su religión es vana" (Santiago 1:26).

"Porque quien quiera amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño" (1 Pedro 3:10).

¿Elige sus palabras con cuidado y justicia, o utiliza expresiones provocativas (emocionales) e inapropiadas (categóricas)?

“Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte (insulte. Lit. le diga: “Raca” =estúpido en arameo) a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que lo maldiga (Lit. le diga: “Necio”) quedará sujeto al fuego del infierno” (Mateo 5:22).

"En mi desesperación he exclamado: todo hombre es mentiroso" (Salmo 116: 11).

[Cuando simplificamos demasiado y colocamos a los justos y a los malvados bajo la misma condenación, tenga en cuenta:] "Todo el que justifica a los malvados y que condena a los justos es abominable para el Señor" (Proverbios 17:15).

"No saldrán de tu boca palabras desagradables, sino solo la que sea buena para promover la edificación, de modo que dé gracia a quienes la escuchen" (Efesios 4:29).

"Por lo tanto, sigamos las cosas que sirven para la paz y para edificarnos unos a otros" (Romanos 14:19).

“Como manzanas de oro con adornos plateados, así es la palabra dicha a tiempo. Al igual que los colgantes de oro y las gargantillas de oro fino, son los regaños del sabio al oído que escucha " (Proverbios 25: 11-12).

“La plata refinada es el lenguaje de los justos; El corazón de los impíos no vale nada. Los labios de los justos alimentan a muchos, pero los necios mueren por falta de entendimiento” (Proverbios 10: 20,32).

"El hombre se regocija en la respuesta de su boca, y la palabra, a tiempo, ¡cuán buena es! (Proverbios 15:23) (NdelT: La santidad de la lengua deleita a Dios, al hombre y a los que le oyen)

"La boca del justo es fuente de vida, pero la ira (NdelT violencia, enfado, amargura) cubre la boca del impío" (Proverbios 10:11).

“La respuesta blanda desvía el furor, pero la palabra dura despierta enojo. La lengua del sabio adorna la sabiduría, pero la boca del necio derrama locura” (Proverbios 15: 1,2).

¿No guardas el honor del prójimo o chismeas públicamente?

“No serás un chismoso entre tu pueblo; No estarás en contra de la vida de tu prójimo mintiendo. Yo, el Señor” (Levítico 19:16).

"Aquel que no difama con su lengua, ni hace daño a su prójimo, ni acepta ninguna afrenta contra su prójimo" (Salmo 15: 3).

“Y, además, también aprenden a andar ociosamente de casa en casa; y no solo ociosas, sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no es conveniente” (1 Timoteo 5:13). (NdelT: note que la ociosidad es grave, pero el chisme –de labios, oídos o del corazón/curiosidad-es destructivo para el prójimo, y Dios lo aborrece).

"El que oculta el odio tiene labios falsos, y el que difama es un tonto" (Proverbios 10:18).

“Porque la boca del impío y la boca engañosa están abiertas contra mí; Han hablado contra mí con una lengua mentirosa. Me rodearon con palabras de odio y lucharon contra mí sin causa” (Salmo 109: 2,3).

"Guarda tu lengua del mal y tus labios, de hablar engañosamente... Porque quien quiera amar la vida y ver los días buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablan engaño " (Salmo 34:13; 1 Pedro 3:10).

"Quiten (NdelT: ¿hace falta destacar el lenguaje imperativo?) de ustedes toda amargura, ira, enojo, gritos, blasfemia y toda (NdelT: ¿y la negativa universal?) malicia." (Efesios 4:31).

“Recuérdales a todos que deben mostrarse obedientes y sumisos ante los gobernantes y las autoridades. Siempre deben estar dispuestos a hacer lo bueno: a no hablar mal de nadie, sino a buscar la paz y ser respetuosos, demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo.” (Tito 3:1-2). (NdelT: Mas términos universales: nadie, todo el mundo, plena… la ansiedad que provoca es evidencia de que el pecado crea vicios del lenguaje, una necesidad vil, quizá querrá convencerle de rebajar los universales y hacerlos “no tan inclusivos”, pero debe lidiar con su pecado, aunque duela, aunque le enoje reconocer que le gusta. Ese musculo no debe ser inflamado por el infierno, sino por la santidad de Dios.)

[Los murmuradores y calumniadores son condenados: Salmo 101: 5; Romanos 1: 29,30; 2 Corintios 12:20] "El viento del norte trae la lluvia, y la lengua viperina (de víbora), las malas caras" (Proverbios 25:23).

¿Criticas públicamente a las personas antes de hablar con ellas primero y buscar realmente su restauración?

"Contestar antes de escuchar es una locura y vergüenza... El primero en presentar su caso parece inocente, hasta que llega la otra parte y lo refuta.” (Proverbios 18:13, 17).

“No lo lleves de inmediato al tribunal, pues ¿qué harás si a fin de cuentas tu prójimo te pone en vergüenza? Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no descubras el secreto del otro, no sea que te avergüence el que te oiga y ya no puedas quitarte la infamia.” (Proverbios 25: 8-10).

“Hermanos, si algún hombre es atrapado en alguna ofensa, ustedes que son espirituales, encaminen a este con un espíritu de mansedumbre, examinándose a sí mismos, para que no sean tentados. Lleven las cargas de los demás y así cumplirán la ley de Cristo” (Gálatas 6: 1-2).

"Hermanos, si alguno de ustedes se ha desviado de la verdad, y alguno lo corrige, sepan que quien convierta a un pecador del error de su camino salvará un alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados" (Santiago 5: 19- 20)

"No saldrán de tu boca palabras desagradables, sino solo la que sea buena para promover la edificación, de modo que dé gracia a quienes la escuchen" (Efesios 4:29; cf. Romanos 14:19).

“Ahora, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo entre tú y él solo; Si te escucha, ganaste a tu hermano. Pero si no te escucha, llévate uno o dos (NdelT: No dice: ve y chismea y difama a tu prójimo con uno o dos más…) para que, por boca de dos o tres testigos, se confirme cada palabra. Y si no los escucha, díselo a la iglesia; y si no escucha a la iglesia, considéralo un gentil y un recaudador de impuestos” (Mateo 18: 15-17).