EL GRAN DEBATE: Exposición de apertura: G. Bahnsen
- Los pensadores
- 27 jul 2020
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Actualizado: 10 ago 2020
Dr. Greg Bahnsen versus Dr. Gordon Stein
At the University of California, Irvine, 1985
SEGMENTO 1
I. EXPOSICIÓN DE APERTURA- BAHNSEN
A. Observaciones preliminares sobre la naturaleza del debate.
1. Definiendo términos
El argumento es a favor del teísmo cristiano.
Es necesario al inicio de nuestro debate, definir nuestros términos, siempre es así, y
en particular en este caso, quiero dejar claro a qué me refiero cuando uso el término
“Dios”.
Quiero especificar que argumento particularmente a favor del teísmo cristiano, como
una unidad o sistema de pensamiento, y no a favor de un teísmo en general, y hay
razones para ello. Las variadas concepciones sobre una deidad en las religiones del
mundo son en la mayoría de los casos, lógicamente incompatibles, sin dejar
sensación inequívoca sobre que estoy a favor del teísmo en general, lo que quiera
que ese concepto signifique.
No he encontrado que las religiones no cristianas sean filosóficamente defendibles,
siendo cada una de ellas internamente incoherentes o menoscabando la razón y la
experiencia humana.
Dado que soy cristiano por la gracia de Dios, no puedo, de corazón, defender
adecuadamente aquellas religiones con las que no estoy de acuerdo. Mo compromiso
es con el Dios Trino y el punto de vista cristiano basado en la revelación de Dios en el
Antiguo y el Nuevo Testamento. Así pues, primero, estoy defendiendo el teísmo
cristiano.
2. sobre que versa el debate.
Estamos debatiendo sobre sistemas filosóficos, no sobre la gente que se adhiere a
ellos o los profesa.
Nuestra preocupación es sobre los meritos objetivos del caso que se puede presentar
a favor del teísmo o del teísmo cristiano, no está relacionado con temas subjetivos o
personales.
La personalidad de aquellos individuos que se adhieren a los distintos sistemas de
pensamiento no es relevante a la verdad o falsedad de las afirmaciones hechas por
esos sistemas. Ateos y cristianos pueden de igual modo encontrarse emocionales,
ignorantes, intolerantes y groseros en sus planteamientos,
Afirmaciones subjetivas sobre experiencias de satisfacción interior o paz- afirmaciones estas hechas tanto por cristianos como por ateos en sus escritos- o afirmaciones sobre la superioridad del cristianismo o del ateísmo.
Por ejemplo, alguna literatura atea sugiere que una mayor salud mental se deriva de la independencia de la perspectiva atea. Este tipo de cosas, son siempre sujeto de explicaciones e interpretaciones conflictivas, siendo, en mi opinión, más autobiográficas que efectivas para aportarnos alguna verdad segura sobre el sistema que se está considerando.
El tema no es si profesar el ateísmo o el cristianismo ha hecho alguna vez algo indeseable o moralmente inaceptable. Uno solo necesita pensar respectivamente en la implicación del ateísmo en el reino del terror de la revolución francesa y del cristianismo en la Inquisición española. La cuestión no es si los adeptos a estos sistemas han vivido vidas impecables, sino si el ateísmo o el cristianismo como sistemas filosóficos son objetivamente ciertos. Y así pues, estaré defendiendo el teísmo cristiano, y lo estaré defendiendo como un sistema filosófico.
B. Una concesión al área de experiencia de Stein.
Mi última observación introductoria, sería algo así como reconocer a mi oponente la razón en todo lo concerniente al control de la maduración ovárica en las ballenas de Japón, el objeto de su disertación doctoral en el estado de Ohio en 1974. El Dr. Stein es un hombre de inteligencia, y esto no es una cuestión en este debate. No pretenderé sostener mi opinión en una discusión con él sobre los detalles empíricos de este estrecho dominio de las ciencias naturales especializadas.
Sin embargo, nuestro tema esta noche es realmente muy diferente, instando a una reflexión inteligente sobre temas de carácter filosófico o teológico. Por algún motivo, el Dr. Stein en la última década, ha abandonado su campo de especialización y entregado su vida en una campaña a favor del ateísmo. Cualquiera que sea su percepción de la razón para ello, no creo que sea a causa de ningún caso filosófico genuinamente convincente que pudiera hacerse a favor de la visión del mundo atea. Y es por este tema, que ahora vuelvo al debate de esta noche.
C. Apertura del caso a favor de la existencia de Dios
Mi apertura del caso a favor de la existencia de Dios, cubrirá 3 áreas de pensamiento: la naturaleza de la evidencia, el conflicto presuposicional de visiones del mundo, y el argumento trascendental a favor de la existencia de Dios.
1. La naturaleza de la evidencia.
¿Cómo podría ser racionalmente resuelta la diferencia de opinión entre el teísta y el ateo? Lo que el Dr. Stein ha escrito indica que, como muchos ateos, no ha reflexionado lo suficiente sobre este tema. El escribe, y cito: La cuestión de la existencia de Dios es una cuestión objetiva, y debiera ser respondida del mismo modo que otras preguntas objetivas. La suposición de que todas las afirmaciones de existencia son cuestiones objetivas, la suposición de que todas estas son respondidas del mismo modo, no es solo sobre-simplificado y engañosa, sino que es simplemente
errónea. La existencia, objetividad o realidad de los diferentes tipos de cosas no se establece o des-confirma del mismo modo en cada caso.
Podríamos preguntar, “¿Hay una caja de galletas en la despensa?” Y sabemos lo que haríamos para responder esa pregunta. Pero eso está muy muy lejos de la forma en que avanzamos para responder preguntas que determinen la realidad de, digamos, la presión barométrica, los quásares, la atracción gravitacional, la elasticidad, la radioactividad, las leyes naturales, los nombres, la gramática, los números, y el universo mismo en el que te encuentras, eventos del pasado, categorías, contingencias futuras, leyes del pensamiento, obligaciones políticas, identidad del individuo a través del tiempo, la causalidad, recuerdos, sueños o incluso el amor o la belleza. En tales casos, uno no hace algo como caminar hasta la despensa y buscar las galletas. Hay miles de preguntas sobre existencia u objetivas, y no son todas resueltas del mismo modo en cada caso.
Solo piense en las diferencias en la argumentación y en los tipos de evidencias usados por biólogos, gramáticos, físicos, matemáticos, abogados, magos, mecánicos, comerciantes y artistas. Según esto debería ser obvio que los tipos de evidencia que uno busca para determinar la existencia o afirmaciones objetivas, vendrán determinados por el cambo de discusión y especialmente, por la naturaleza metafísica de la entidad mencionada en la afirmación bajo cuestionamiento.
El comentario del Dr. Stein sobre que la cuestión de la existencia de Dios se responde del mismo modo que cualquier otra cuestión objetiva, erróneamente reduce la cuestión teísta al mismo nivel que de la caja de galletas en la despensa, que en adelante llamaremos , “la falacia de las galletas en la despensa.”
2. el conflicto pre-suposicional de visiones del mundo
El Dr. Stein ha escrito sobre la naturaleza de la evidencia en el debate teísta, y lo que ha dicho, apunta hacia un segundo error filosófico de significante proporción.
De pasada, notaremos lo poco claro que es por cierto, cuando habla de la evidencia que debe ser utilizada, describiéndola de diversas maneras, como “lógica”, “hechos”, o “razón”. Cada uno de estos términos es susceptible a toda una serie de sentidos diferentes, y no solo en filosofía, sino especialmente en su uso ordinario, dependiendo de quién esté usando los términos.
Entiendo que desea juzgar la hipótesis por sentido común- mediante pruebas de coherencia lógica y observaciones empíricas. El problema surge cuando el Dr. Stein insiste en otro lugar en que cada afirmación hecha por alguien debe ser tratada como una hipótesis que debe probarse por tales evidencias antes de ser aceptada. “No debe haber nada-dice, que huela a petición de principio o razonamiento circular”
Esto, creo, es un pensamiento simplista y de nuevo engañoso, lo que podríamos denominar “la falacia de la fingida neutralidad”. Se puede ver esto considerando la siguiente cita del Dr. Stein: “El uso de la lógica o la razón es la única forma válida para examinar la verdad o falsedad de cualquier afirmación que pretenda ser objetiva”.
Uno no debe al final preguntar al Dr. Stein cómo prueba esa misma afirmación, es
decir, ¿cómo prueba que la lógica o la razón es la única forma de probar afirmaciones
objetivas? El se encuentra ahora en los cuernos de un dilema epistemológico real. Si
dice que la afirmación es cierta por razón y lógica, entonces está haciendo un
razonamiento circular, realizando una petición de principio, lo cual el
(supuestamente) prohíbe. Si dice que la afirmación se prueba de alguna otra manera,
entones esta refutando la afirmación en sí misma, de que la lógica o la razón son las
únicas formas de probar las cosas.
Ahora bien, mi idea no es criticar el compromiso del Dr. Stein con la lógica y la
razón, sino observar que de hecho tiene la naturaleza de un compromiso previo o una
presuposición. No es algo que él haya probado por experiencia empírica o lógica, sino
mas bien es aquello por lo cual el procede a probar todo lo más. El no es
presuposicionalmente neutral en su enfoque sobre las cuestiones objetivas y las
controversias. No evita la petición de principio en lugar de probar, en lo que
podríamos llamar “variedad de jardín”, modo ordinario.
Ahora bien, esta tendencia a la petición de principio es abiertamente expuesta por el
Dr. Stein cuando el tema se convierte en la existencia de Dios, porque exige que el
teísta le presente evidencias a favor de la existencia de Dios. Bien, pues teístas como
yo, con sumo gusto y de buena gana lo haremos. Tenemos la evidencia del orden
creado mismo, testificando a favor de una sabiduría, poder, plan y gloria de Dios.
Uno no debería perderse el testimonio del sistema solar, la persuasión del mar, la
asombrosa complejidad del cuerpo humano. Tenemos la evidencia de la historia. La
liberación de Dios a su pueblo, los milagros en la noche de Pascua y en el Mar Rojo,
las visiones de Isaías, La gloria Shekinah que llenó el templo, el nacimiento virginal
de Jesús, sus poderosos milagros, su resurrección de entre los muertos. Está la
evidencia de la revelación especial, la maravilla de la Biblia como palabra de Dios,
insuperada en su coherencia a través del tiempo, en su exactitud histórica y su poder
de renovación de vida.
En resumen, no hay escasez de indicadores empíricos o evidencias de la existencia de
Dios, desde las miles de estrellas de los cielos hasta los 50 testigos de la resurrección
de Cristo. Sin embargo el Dr. Stein se opone a la posibilidad misma de que ninguna de
estas evidencias empíricas cuente como prueba para la existencia de Dios. El escribe:
Las explicaciones sobrenaturales no son permitidas en ciencia. El teísta difícilmente
puede documentar sus afirmaciones a favor de la existencia de lo sobrenatural si en
efecto se le prohíbe evocar o sobrenatural como parte de su explicación. Por
supuesto que esto es enteramente justo, pues sería petición de principio utilizar lo
que ha de ser probado como parte de la explicación”.
De antemano, ¿ves?, el Dr. Stein esta comprometido con no permitir ninguna
interpretación teísta de la naturaleza, historia o experiencia. Lo que parece pasar
por alto es que esto es mas una petición de principio por su parte que lo es de la
parte del teísta que apela a tales evidencias. El no ha probado en absoluto por
observación empírica y lógica su compromiso previo con el naturalismo. El lo ha
asumido de antemano, aceptando y rechazando todas las afirmaciones objetivas en
función de ese supuesto de control no probado.
Ahora bien, el teísta hace lo mismo, no me malinterpreten. Cuando ciertas
evidencias empíricas son presentadas como refutación probable a la existencia de
Dios, el teísta reglamenta sus compromisos en base a sus presuposiciones también.
Igual que el naturalista insiste en que Cristo no puede haber resucitado de entre los
muertos, del mismo modo los sobrenaturalistas insisten en que las supuestas
discrepancias en la Biblia tienen una explicación - algunas de ellas aun por ser
descubiertas, quizás – y que el mal en este mundo esta respaldado por una razón
suficiente conocida al menos por Dios. Ambos tienen unos supuestos previos que los
gobiernan por los cuales interpretan los hechos de la experiencia, así como todos los
sistemas filosóficos y todas las visiones del mundo lo hacen.
En el nivel mas fundamental del pensamiento y creencias de todo el mundo, hay unas
convicciones primarias sobre la realidad, el hombre, el mundo, el conocimientos, la
verdad, e comportamiento, y este tipo de cosas. Convicciones sobre las cuales toda
la demás experiencia queda organizada, interpretada y aplicada. El Dr Stein tiene
tales suposiciones previas y yo también, y también todos vosotros. Y son estas
suposiciones previas lo que determina lo que aceptamos como razonamiento
ordinario y evidencia, pues son asumidos en todo nuestro razonamiento, incluso
sobre el razonamiento mismo.
3. La prueba trascendental de la evidencia de Dios.
¿Cómo debiera ser racionalmente resuelta esta diferencia de opinión entre el ateo y
el teista?. Esa era mi pregunta inicial. Hemos visto dos de los errores del Dr. Stein
sobre ello: la falacia de las galletas en la despensa, y la falacia de la fingida
neutralidad. En el proceso de su discusión, hemos observado que la creencia en la
existencia de Dios no se prueba de ningún modo regular como otras afirmaciones
objetivas. Y la razón de ello es, metafísicamente, debido al carácter no natural de
Dios, y epistemológicamente, debido al compromiso de carácter pre-suposicional a
favor o en contra de su existencia.
Las discusiones sobre pre-suposiciones contradictorias entre visiones del mundo, por
ello, deben resolverse de un modo diferente, si bien racionalmente, a los conflictos
sobre afirmaciones de existencias objetivas dentro de una misma visión del mundo o
sistema de pensamiento.
Cuando observamos las diferentes visiones del mundo que tienen ateos y teístas, yo
sugiero que podemos probar la existencia de Dios a partir de la imposibilidad del
contrario. La prueba transcendental de la existencia de Dios es que sin Él es
imposible probar nada. La visión del mundo del ateo es irracional y no puede
proporcionar de un modo consistente, las condiciones previas para una experiencia
inteligible, ciencia, lógica o moralidad. La visión del mundo atea no puede permitir
las leyes de la lógica, la uniformidad de la naturaleza, la habilidad de la mente para
comprender el mundo, y los absolutos morales. Y en ese sentido, la visión del mundo
del ateo no podría responder por nuestro debate de esta noche.
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