Enseñando el Trivium: ¿Qué es la educación clásica?
- Los pensadores
- 2 jun 2020
- 4 Min. de lectura
Por Harvey y Laurie Bluedorn
Humanismo clásico
¿La "educación clásica" consiste en en la lectura de Homero y Platón, o César y Cicerón?
Hay quienes afirman que leer a estos autores antiguos y clásicos es la esencia misma de la educación que podría llamarse clásica. Pero creemos que el nombre más apropiado para esto sería "educación clásica humanista”. El humanista, en el sentido clásico, es alguien que estudia las llamadas "humanidades", especialmente la literatura grecorromana clásica.
El Renacimiento – o el resurgimiento de la educación (1350-1650) – dio respeto por la reaparición de la filosofía y la cultura humanista de la antigua
Grecia y Roma. No había nada cristiano en esta antigua filosofía y cultura. Si nosotros definiéramos clásico por este estándar humanista, no podríamos evitar influencias de su filosofía y cultura. De hecho, el énfasis desenfrenado y desequilibrado en la literatura grecorromana nos llevaría a todas partes, excepto Cristo. Por tanto ¿queremos identificarnos con la educación clásica humanista?
Un modelo y método clásico.
Definamos "educación clásica" más estrictamente. Buscamos y aplicamos el modelo clásico y el método de educación: el trivium (el capítulo 4 explica el modelo y método de trivium). En otras palabras, conseguimos adaptarnos al marco clásico: el estilo clásico, pero solo tenemos intereses incidentales en materiales clásicos antiguos – literatura Humanista. No queremos aprender idiomas, lógica y retórica, para que podamos realmente leer a Homero y Virgilio, pensar como Aristóteles y Séneca y hablar como Demóstenes y Cicerón. Queremos aprender idiomas, lógica y retórica para que realmente podamos leer, pensar y hablar, ¡punto! Queremos Obtener estas útiles herramientas. Pero no queremos usarlas de la misma manera que los antiguos griegos y romanos. Ellos Las usaron para servir a todo excepto al Dios vivo y verdadero. Nosotros queremos usarlas para servir solo al Dios vivo y verdadero.
"Clásico" es el término que las personas aplican a este tipo de educación y
Dijimos anteriormente que podemos adaptarnos a este estilo clásico.
Sin embargo, queremos dejar en claro que la razón por la que logramos
adaptarnos al estilo grecorromano se debe al hecho de que nosotros los cristianos lo teníamos antes que ellos. No, no estamos haciendo un anacronismo. El hecho es que robaron nuestras herramientas y las usaron para sus propios propósitos paganos solo estamos recuperando lo que es legítimamente nuestro.
A medida que sigas la discusión a lo largo de este libro, comprenderás a lo que nos referimos.
Límites cristianos a los usos clásicos
Como somos cristianos, queremos ser cuidadosos en cuanto a perseguir objetivos no cristianos. De hecho, las metas no cristianas son metas anticristianas, no existe un terreno neutral entre cristianos y no cristianos, como si ambas partes podrían ponerse de acuerdo sobre ciertas cosas. No negamos que algunas áreas parezcan neutrales en la superficie al sujeto de mente perezosa que no mira las cosas más profundamente. Hay muchas cosas que, en cierto modo, considerándolas, podría usarse de manera cristiana o no cristiana. Pero eso es todo: esas nunca van solas, siempre se usan de alguna manera. Todo lo que no confiesa a Jesucristo como el Señor necesariamente lo niega, aunque no diga nada, o más bien, lo hace especialmente si no dice nada.
“y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo”. (1 Juan 4: 3).
“Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.” (2 Juan 1: 7).
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.” (Mateo 12:30).
El no cristiano se aprovecha del cristiano al manipularlo para que piense que ciertas cosas son neutrales. Todos los territorios que los cristianos reconocen como neutrales se otorgan al diablo como un parque de atracciones para que pueda practicar sus crímenes en oculto. Somos los legítimos dueños del mundo
“... Todo es tuyo [...] sea la vida, sea la muerte, sean las cosas presentes, sean las cosas futuras, todo es tuyo, y tú de Cristo y Cristo de Dios” (1 Corintios 3: 21-23).
“El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.” (Apocalipsis 21.7).
Aquí está la pregunta: ¿Deberíamos reclamar el territorio para nuestro Señor?
Necesitamos recuperarlo, limpiarlo y devolverlo al servicio legítimo de nuestro Señor. Antes de que podamos usar cualquier cosa, incluidos los autores clásicos: debemos hacerle pasar por el tamiz crítico de las Escrituras. Las Escrituras contienen todo lo necesario para probar la utilidad de algo.
Lo que queremos decir con "clásico"
Elegimos limitar nuestro significado de clásico para incluir solo lo tiene buena forma y valor duradero (clásico), y lo que conforma con el estándar bíblico dentro de una cosmovisión bíblica (cristiana). Tenemos que examinar cuidadosamente todo lo que es clásico en el sentido humanista con el Tamiz de las Escrituras y todo lo que pasa por este tamiz debemos darle un nuevo significado dentro de la cosmovisión bíblica. Por lo tanto, cuando decimos clásico no nos estamos refiriendo a toda la cultura y literatura de los tiempos antiguos y medievales, o a la época del Renacimiento y la Reforma, o incluso al período colonial del inicio de los Estados Unidos. Nuestro énfasis está puesto en lo que es redimible para Cristo. No queremos bautizar estas culturas en su totalidad o en parte y llamarlas "cristianas". Queremos excavar a través de la grava y guardar solo lo que pueda cumplir obediencia a Cristo y de esta manera llegar a ser útil para el reino. Y hay cosas que pueden ser útiles. Seguimos el modelo clásico y el método clásico, pero No estamos obligados a seguir los antiguos materiales clásicos. Repasaremos estas mismas preguntas a lo largo de este libro.
Comentarios