Enseñando el Trivium: UN COMENTARIO SOBRE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO
- Los pensadores
- 11 nov 2021
- 4 Min. de lectura
por: Harvey y Laurie Bluedorn
La guerra cultural de nuestros días también se libra en el campo del idioma. Una de las maneras en que esto sucede es el ataque a la raza, el género y la condición económica en nombre de la defensa de la raza, el género y la condición económica. Pocos perciben el poder sutil, pero enorme, del ataque. El que define los términos gana la discusión. Los enemigos de la verdad están ocupados en redefinir los términos, en construir un muro, y los cristianos están dormidos en el punto mientras son llevados directamente a la colisión contra el muro. Si permitimos la redefinición de la lengua, perderemos. Debemos usar la retórica para sostener y defender tenazmente la definición cristiana de palabras y expresiones.
Un ejemplo de guerra cultural es el ataque al lenguaje de género. Una monstruosa invención de términos como chairperson e gingerbread person2 es una ataque a la mujer en nombre de su defensa. Adán, en estado de pureza, declaró: "Ella será llamada varona (en hebreo, ishah) por que del varón (en Hebreo, ish) fue tomada ”(Génesis 2:23). El término hebreo para mujer (ishah) corresponde al término hebreo para hombre (ish) como en español varona corresponde al término varon. Dios ve a la mujer en el hombre y la crea a partir del hombre, pero nunca separada del hombre. Tampoco está el hombre separado de la mujer, sino que viene a la existencia por medio de la mujer (1 Corintios 11:11,12). El término hebreo para hombre (ish, adam, enosh, enash) se refiere generalmente a cualquier miembro de la especie, hombre o mujer (ish Génesis 9.5; adam 1.26.27; 2.5; enosh 17.23; enash Esdras 6.11), a menos que el contexto distinga lo masculino (zakhar, zakhur) de lo femenino (ishah, neqevah, nashim) (Génesis 2,23,24; 3,6, etc.). Del mismo modo, el el término griego para hombre (anthrōpos) se refiere genéricamente a cualquier miembro de la especie (Hechos 17:30) a menos que el contexto distinga lo masculino (anēr, arēn) de lo femenino (gunē, thēlus) (Mateo 19.5; 1 Corintios 7.1 etc.).
Cada vez que alguien contradiga la verdad, eventualmente entrará en contradicción. Las feministas quieren, en un momento, separar completamente los sexos y, al momento siguiente, quieren acabar con cualquier distinción entre ellos. ¿Y por qué quieren eliminar la inclusión de la palabra mujer del uso genérico de la palabra hombre, pero no dicen nada sobre quitar la inclusión del varón toro del uso genérico de la palabra vaca?
La reconstrucción feminista de la gramática es una rebelión contra la gramática de Dios. Aunque Dios, por supuesto, movió a profetas y apóstoles para que reinventasen el idioma y crearan nuevas distinciones de significado, nunca los movió a reinventar la lengua para distinguir los géneros del modo hecho en nuestros días. A menos que haya, dentro del contexto, la clara diferenciación entre lo masculino y lo femenino, la palabra "hombre" y los pronombres "él, lo" y la contracción "de él" son inclusivas de lo masculino y lo femenino y toda mujer debería consolarse con esa capa protectora. La invención del llamado lenguaje específico de género es un ataque a las mujeres y debe encontrar resistencia en cada confrontación. La atención indebida al género (o raza y condición económica) es una corrupción que crea desarmonía, envidia, riña y división - cosas reprobadas en la Palabra de Dios.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. (Santiago 3: 14-16).
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; (1 Timoteo 6: 3-6).
Entonces creemos que los cristianos no tienen que comprometerse con estas creaciones monstruosas.
Cuando los estereotipos se usan apropiadamente, son perfectamente aceptables. Jesús llamó a los escribas y fariseos "hipócritas" (Mateo 23:13, etc.) y Pablo confirmó la opinión común de que los "cretenses siempre son mentirosos ”(Tito 1:12). Mientras que el llamado multiculturalismo (un oximoron) vitupera el humor con estereotipos, él no tiene el menor escrúpulo en estereotipar a los cristianos. Por lo tanto, revela el programa real, y este no es el multiculturalismo. "Confucianismo cultural" (este es el verdadero multiculturalismo) es solo el medio empleado para lograr un fin. El medio es reunir a diferentes personas en grupos de oposición en relación con ciertos intereses específicos y luego avivar un grupo contra otro – ciudadanos mayores contra jóvenes, minorías contra blancos, trabajadores contra empleadores. El fin es dividir a la sociedad con el objetivo de desintegrar la cultura y allanar el camino para la nueva cultura. Así, cuando usted es atacado en un manual o texto de retórica en lo que se refiere al "lenguaje estereotipado" y "sexismo" y cosas por el estilo, por favor reconozca que esas transformaciones en el lenguaje no son impotentes. La propia oposición afirma combatir el tremendo poder de lo que llama lenguaje "prejuicioso". Este nuevo lenguaje cambia la estructura de la sociedad y este es un propósito abiertamente afirmado que terminará cumpliéndose si permanece. Debemos llevar cautivo todo pensamiento (2 Corintios 10:5), así debemos llevar cautiva cada palabra que representa muchos pensamientos.
No debemos permitir la intimidación por las sutiles manipulaciones lingüísticas de la guerra cultural. En verdad, estamos siendo torturados por la distorsión de las palabras hasta la propia destrucción. La "guerra de las palabras" es la guerra de las ideas. Debemos reconocer los falsos conceptos y las razones perversas detrás de la elección de las palabras. Necesitamos llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo. Mientras ellos abogan por la corrupción del discurso, debemos recomendar su perfeccionamiento. Al final, la guerra cultural se ganará con palabras.
Notas:
2 Las palabras originales fueron chairman y gingerbread man, compuesto con man, que significa "hombre" en ingles. chairman significa presidente y gingerbread man es una galleta en forma de hombrecito. En nombre de la corrección política, reemplazaron el man de la palabra con persons, que significa "persona" en inglés, desvinculándolos de cualquier genero. [N. de T.]
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