Exposiciones sobre Eclesiastés: Injusticia, opresión y juicio.
- Los pensadores
- 24 dic 2020
- 21 Min. de lectura
Por: Pr. Sugel Michelen
Yo no se si alguna vez te haz detenido a escuchar con atención a dos personas discutiendo entre si, la gente suele discutir por muchísimas razones diferentes, pero los argumentos que nosotros usamos en nuestras discusiones nos enseñan algo acerca de cómo funcionan internamente los seres humanos. C. S. Lewis señala en su libro “Mero cristianismo” que es común escuchar cosas como estas cuando dos personas están discutiendo entre si,- “que te parecería si alguien te hiciere eso a ti”- es una frase común, o “ese asiento es mío porque yo llegue primero”, o “déjalo en paz que no te esta haciendo ningún daño” o “es que tu me lo prometiste”, ahora, que tienen en común todos esos argumentos, bueno, que todos apelan a un cierto modelo de comportamiento que se espera que otros conozcan y que acepten como bueno y valido, es por eso que la mayoría de las personas cuando están discutiendo, cuando han hecho algo que no es conforme al modelo, se excusan de alguna manera, presentando el argumento de “porque yo tenia una razón poderosa para hacer lo que hice”, por ejemplo; “excúsame la tardanza pero es que se me presento un inconveniente cuando estaba saliendo de casa”, verdad que seria muy raro escuchar a alguien decir “ a mi que me importa haberte hecho esperar”, la gente no dice esto, la gente se excusa. O “quien ha dicho que las personas deben ser puntuales, o que deben cumplir su palabra” no, nadie hace eso. Es como si todos los seres humanos se rigieran por una especie de regla universal de moralidad y de justicia sin la cual ninguna discusión seria posible, ¿que significa discutir?, significa tratar de demostrar que el otro esta equivocado, o que hizo algo incorrecto, si no existiera ninguna regla establecida y que todos aceptáramos como buena y valida, las discusiones humanas no tendrían ningún sentido. Por ejemplo: ¿podríamos decir que un jugador de baloncesto a cometido una falta porque agarro la pelota y salio corriendo con ella sin rebotarla, si esta regla no hubiese sido previamente establecida? Por supuesto que no. O permítame poner otro ejemplo, seguramente muchos aquí vieron, hace ya algunos años atrás, la película “el fugitivo” (de Harrison Ford, y Tommy Lee Jones) sobre un doctor al que acusan injustamente de haber asesinado a su esposa. Yo no se tu, pero cuando uno esta viendo esa película, uno siente cierta angustia al ver a este pobre hombre acusado injustamente, perseguido por la policía, y al mismo tiempo llevando a cabo su propia investigación para encontrar quien es el culpable del asesinato de su esposa, y cuando finalmente Harrison Ford se enfrenta cara a cara con el tipo que mato a su mujer, y lo hace pagar por lo que hizo, el espectador experimenta una especie de alivio moral. Uno dice “se hizo justicia”. Lo sorprendente de todo esto, es que nosotros los seres humanos cometemos muchas injusticias a pesar de que deseamos vivir en un mundo más justo, o sea, nosotros somos un grupo de personas injustas que deseamos vivir en un mundo más justo. Es injusto que tú no cumplas lo que prometes, eso es injusto. Es injusto que tú saques ventaja de la debilidad de otro. Es injusto que tu te valgas de un amigo para pasarle por alto a todos los demás que están haciendo la misma fila que tu debiste haber hecho, eso es injusto. Nosotros somos injustos, y esos ejemplos obviamente son los más triviales, cada día en el mundo se cometen una serie de atropellos horribles, trayendo como consecuencia mucho sufrimiento y mucho dolor, y la pregunta es ¿Cómo nosotros podemos vivir en un mundo así? Y sobre todas las cosas ¿Cómo nosotros podemos encajar esa realidad del mundo en que vivimos con nuestra teología? ¿Cómo podemos encajar esa realidad de un mundo donde hay tanta injusticia, tanta maldad, tanta opresión, con la realidad de que existe un Dios sentado en su trono perfectamente justo que gobierna sobre toda su creación?
Nosotros vimos anteriormente que Salomón a planteado (Capitulo 3 :1-15) que Dios gobierna soberanamente sobre el mundo que él creo, y que Dios ha hecho todo hermoso en su tiempo. (Versículo 11) Si Dios hace todas las cosas hermosas en su tiempo, como explicamos entonces las cosas terribles que pasan en este mundo cada día. De eso se trata Eclesiastés Capitulo 3:16 al 4: 13, hay dos cosas aquí a la que quiero llamar la atención. La primera es lo que alguien le ha llamado “la inhumanidad del hombre en contra del hombre” Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad. (Eclesiastés 3:16) Aun he visto más bajo el sol: que en el lugar del derecho, está la impiedad, y en el lugar de la justicia, está la iniquidad. (Eclesiastés 3:16) ¿Cuál es el lugar del derecho? ¿Cuál es el lugar de la justicia? Obviamente los tribunales humanos. De manera que lo que Salomón nos esta diciendo aquí es que el problema con el que él esta lidiando aquí, es con la corrupción del sistema judicial. Dios instituyo a los tribunales humanos para defender al inocente, para castigar al culpable, dice en Proverbios: “El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación al SEÑOR.” (Proverbios 17:15) pero lamentablemente eso es lo que ocurre muchas veces en los tribunales, muchos inocentes son condenados por crímenes que no cometieron, y lo que es todavía peor, los verdaderos culpables continúan con sus vidas impunemente. ¿Dónde puede el hombre encontrar justicia, cuando los mismos tribunales se convierten en antros de corrupción. Eso no solo produce mucha frustración, sino que también provoca mucho mal en el mundo, como comenta el mismo Salomón . Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y he aquí, vi las lágrimas de los oprimidos, sin que tuvieran consolador; en mano de sus opresores estaba el poder, sin que tuvieran consolador. (Eclesiastés 4:1) es como si Salomón estuviera dividiendo el mundo en 2 clases, los opresores y los oprimidos. El problema es que el poder parece estar en las manos de los opresores, aparentemente ellos tienen todas las ventajas, mientras que sus victimas padecen todo tipo de violencia. Quiero recordarles que yo no estoy leyendo un tratado de Izquierda, esto no es un libro comunista, es la palabra de Dios, porque ha Dios le indigna la opresión de los oprimidos. Me choca enormemente este pasaje que se encuentra en Amos, “Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.” (Amós 4:1) Y luego comienza el profeta Amos a enumerar todos los juicios que iban a venir sobre Israel por causa de estas vacas de Basán. Ahora la pregunta es ¿de quien esta hablando Dios aquí? Dios esta hablando a través del profeta en contra de las esposas de los dignatarios, en contra de las esposas de los terratenientes en Israel, es a ellas a quienes Dios llama Vacas de Basan, (una planicie muy fértil en Transjordania), todas estas vacas gordas y saludables. ¿Cuál era el pecado de esas mujeres? Que exigían a sus esposos que mantuvieran el estilo de vida al que ellas estaban acostumbradas aunque eso implicara seguir oprimiendo a los pobres y quebrantando a los oprimidos y menesterosos. Dios no es indiferente a estas cosas. Dice en Proverbios: El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra. (Proverbios 14:31) Dios toma esto como una ofensa personal. Y ¿saben que es lo mas terrible de todo esto? Que muchas de esas acciones que cometen los poderosos en contra de los oprimidos, en contra de los mas pobres, son pecados que se cometen aparados en la ley. No todo lo que es legar es piadoso, las bancas de apuestas son legales. NO todo lo que es legar es piadoso. Miremos lo que dice Isaías: ¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! (Isaías 10:1-2) Como me encantaría que me dieran un día la oportunidad de predicar en la cámara de representantes. Vuelvo y repito, NO fue Marx quien escribió esto.
Queridos hermanos nosotros vivimos en un mundo lleno de opresión a todos los niveles, a nivel empresarial, a nivel gubernamental, a nivel familiar, hay esposos que abusan de sus esposas e hijos, que abusan de su autoridad. A nivel escolar, el acoso escolar (bulling) es una epidemia en esta generación. Pero también hay opresión a un nivel mas global, en este mundo hay genocidio, hay terrorismo, hay trafico sexual, hay explotación infantil, la lista es interminable, y no parece que haya personas en el mundo, ni con la capacidad, ni con la determinación de hacer algo al respecto, por eso es que Salomón dice en el Capitulo 4, que él se lamenta de ver las lagrimas de los oprimidos, sin tener quien los consuele.
Si tú eres creyente, y eso no te oprime el corazón, tú debes revisarte delante de Dios. Salomón estaba sintiendo en los huesos el dolor de ver esa realidad, tanto así, que dice en el versículo 2 que “es mejor estar muerto”, es un texto fuerte: Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía. (Eclesiastés 4:2) y en el versículo 3 dice “que mejor todavía es no haber nacido”. Para no haber tenido que pasar (experimentar) esa tragedia de primera mano.
Este mundo en su estado caído esta muy lejos de ser un paraíso. Y cualquiera que sea nuestra ración como cristianos, no puede ser una complacencia simplona, el problema del mal en el mundo es complejo, y nosotros no tenemos todas las respuestas. ¿Cómo podemos encajar tanta injusticia y tanta opresión con nuestro cristianismo? Eso nos lleva a nuestro segundo encabezado.
Ya vimos la inhumanidad del hombre en contra del hombre. Veamos ahora la Justicia de Dios en operación en un mundo lleno de injusticia. a algunas personas les resulta prácticamente imposible encajar a Dios en el panorama del mundo en que vivimos, para ellos la única respuesta intelectualmente aceptable es la del ateismo, negar la existencia de Dios. Sin embargo, la respuesta del ateismo, como yo espero demostrar ahora, no soluciona el problema sino que lo complica.
Hace unos años atrás el doctor Ravi Zacharias que es un apologeta cristiano hindú, se encontraba disertando acerca de la existencia de Dios en la universidad de Nottingham (Inglaterra) y al concluir su ponencia, un estudiante lo encaro visiblemente enojado y le dijo, “hay demasiado mal en este mundo y por lo tanto no puede haber un Dios”. El doctor Zacharias le pidió al estudiante que se quedara de pie por un momento y entonces le pregunto muy inteligentemente “si hay tal cosa como el mal ¿no admite usted que debe haber tal cosa como el bien?” el estudiante respondió “supongo que si, porque el mal no es otra cosa que la ausencia del bien, el mal se opone al bien, si no hay bien no hay mal”. Zacharias entonces continuo diciendo, “si hay tal cosa como el bien usted debería admitir una ley moral sobre cuya base diferenciar entre el bien y el mal, pero cuando usted admite una ley moral, también tiene que admitir a alguien que fue el dador de esa ley, porque si no hay un dador de la ley moral no hay tal ley, y si no existe esa ley tampoco hay bien, y si no hay bien tampoco hay mal, entonces ¿Cuál es su pregunta?”. Déjeme ponerlo mas simple, ese estudiante sin darse cuenta se estaba contradiciendo a si mismo, si no existiera Dios seria absurdo afirmar la existencia del mal, en un mundo accidental donde nosotros somos productos de un accidente, no hay nada bueno ni hay nada malo, las cosas simplemente son como son, como dice el escritor Ruso Fiódor Dostoievsky “si no existe Dios todo debería ser permitido, en un mundo sin Dios no tendríamos ninguna base real para diferenciar lo bueno de lo malo, que sea igualmente valida para todos. En mundo sin Dios nada puede ser catalogado como bueno o como malo, las cosas simplemente serian como son, cada cual tendría derecho a establecer su propio estándar de comportamiento y nadie debería imponer el suyo sobre los demás”. Pero si existe Dios. Un Dios que nos hizo a su imagen y semejanza, si existe un Dios que ha establecido las reglas del juego para todos por igual. Es por eso que nos sentimos tan frustrados ante las injusticias del mundo, y algún día todos, absolutamente todos, ricos y pobres, oprimidos y opresores, tiranos y esclavizados, todos tendremos que comparecer delante de ese Dios para dar cuentas. Eso es lo que dice Salomón en el Capitulo 3 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace. (Eclesiastés 3:17) Salomón esta aplicando aquí lo que él ya nos enseño en el versículo 1 del Capitulo 3, si todo tiene su tiempo , y todo lo que se hace debajo del cielo tiene su hora, tiene que haber entonces un tiempo de juicio establecido en el calendario de Dios. Ahora, eso no quiere decir que ahora debamos quedarnos cruzados de brazos ante la injusticia y la opresión que vemos a nuestro alrededor, mientras esperamos la justicia divina, NO. Cada uno de nosotros esta llamado a actuar en el rango de influencia que el Señor nos haya concedido, para luchar contra la opresión, contra el abuso, hay algo que podemos hacer como ciudadanos de una nación democrática, como padres, como pastores, como empresarios, o trabajando incluso a nivel gubernamental aquellos que tienen esa vocación. Alguien definió la política como “el manejo de los asuntos públicos para beneficio privado” pero no debería ser así, y de hecho si tú eres un político cristiano, obviamente eso no debería ser así. Pero debemos ser realistas, por mas que nos esforcemos, nunca podremos eliminar del todo la injusticia y la opresión en la sociedad humana, porque el hombre es injusto y nuestra capacidad de acción es limitada. Es por eso que nosotros no podemos poner nuestra esperanza en ningún sistema de justicia humana, pero si podemos mirar hacia el futuro con esperanza, porque algún día habrá justicia en el mundo. Dice en Hebreos Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, (Hebreos 9:27)
Mi amigo, NO hay reencarnación. Dios estableció que todos muramos una sola vez, y lo que sigue a continuación es el juicio. El mismo libro de Eclesiastés concluye diciendo que Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala (Eclesiastés 12:7) y en Hebreos Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. (Hebreos 4:13) Podemos orar al Señor donde quiera que veamos injusticia y opresión, porque nosotros tenemos la certeza que nuestras oraciones serán respondidas en el tiempo de Dios, NO en el nuestro. Seguramente algunos aquí han escuchado una canción escrita, entre otros, por David Foster la han popularizado Celine Dion, Andrea Bocelli y otros más. Titulada “la oración”, estaba escuchando la canción esta semana, y en una de sus estrofas dice: “soñamos con un mundo sin mas violencia, un mundo de justicia y de esperanza”. ¿Saben porque esta canción es muy popular? No solo porque es muy hermosa, sino también porque expresa el anhelo de mucha gente, soñamos con un mundo sin violencia, soñamos con un mundo de justicia y de esperanza, pero lo cierto es que eso no será posible hasta que Jesucristo regrese en gloria. (Los que están al día de su plan de lectura de 2 años leyeron esta mañana 2 Tesalonicenses 1. y ese pasaje lo expresa muy claramente: Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). (2 Tesalonicenses 1:6-10) hasta la segunda venida de Cristo, el mundo seguirá experimentando injusticia y opresión. Y si te da la sensación de que él esta tardando demasiado, (a veces uno tiene esa sensación) recuerda lo que dice el Apóstol Pedro en su segunda carta “el Señor no retarda su promesa según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca sino que todos los que él ha elegido desde antes de la fundación del mundo procedan al arrepentimiento” si el Señor Jesucristo hubiera regresado 15 años atrás, muchos de ustedes estarían en el infierno ahora mismo.
Nuestro Dios lo hizo todo hermoso en su tiempo, incluyendo el momento de la segunda venida de Cristo.
Pero hay algo mas que Salomón tiene que decir con respecto al estado de cosas en este mundo caído, y este definitivamente es uno de esos pasajes enigmáticos del libro de Eclesiastés: Dije en mi corazón: Es así (o sea que, no hay justicia divina ahora, instantáneamente como nosotros quisiéramos, aunque Dios esta juzgando las cosas de este mundo y hay cosas que les ocurren a las personas que son juicios de Dios, pero el juicio final no ha llegado todavía) , por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias. (Eclesiastés 3:18). ¿Qué es lo que Salomón nos esta diciendo? Bueno, lo que Salomón parece estar enseñando en este pasaje, es que cuando los hombres pervierten la justicia para su propio provecho y oprimen a su prójimo sin misericordia, en realidad están actuando como animales. La naturaleza bestial del hombre queda claramente evidenciada en este mundo lleno de injusticia, por eso es que Salomón dice: “Dios esta probando al hombre”, no una prueba en la que tu puedes fallar o pasar, Dios esta poniendo a prueba tu carácter en este mundo de injusticia, haber si tu te vas a alinear con la bestialidad del hombre o te vas a alinear con la justicia de Dios, Dios te esta probando. Esto revela el carácter humano. Los seres humanos somos capaces de cometer los actos mas atroces que podamos imaginara para sacar provecho de los demás. Y por supuesto como estos opresores no son castigados inmediatamente, ellos creen que se pueden salir con la suya: Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. (Eclesiastés 8:11) “Hay abuse de este individuo y no me paso nada, es mas me salio bien el negocio estoy ganando mas ahora”. La injusticia parece “funcionar”, y como Dios no emite inmediatamente un juicio visible sobre el individuo, él cree que puede seguir saliéndose con la suya y vivir así, y se hace cada vez más bestial .
Pero hay otro aspecto en que los hombre son afines a los animales: Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad. Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. (Eclesiastés 3:19-20)
Esa no es la primera vez que la Biblia compara al hombre con los animales, en el sentido de que ambos son mortales. Dice en el Salmo: Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. (Salmos 49:12). Nosotros perecemos como las bestias. En este mismo Salmo a partir del Versículo 16 dice: No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz. El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen. (Salmos 49:16-20), otra vez la misma idea. No importa cuantas riquezas los hombres ricos lleguen a acumular, al final de cuentas todos moriremos exactamente como mueren los animales, sin embargo hay una diferencia fundamental entre la muerte de un perro o de cualquier otro animal y la muerte de un hombre: ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra? (Eclesiastés 3:21). Algunos interpretan este pasaje como una declaración de Agnosticismo de parte de Salmón, ya como de escepticismo, de duda. Como si él estuviera diciendo, “¿quien sabe realmente lo que sucederá con los animales y con los seres humanos cuando mueran?” por supuesto si nosotros morimos igual que los animales y todos nos vamos a ir a la inextencion, no hay justicia en el mundo. Si la muerte es el fin de todo, no hay justicia. Ahora ¿esto solo es lo que Salomón esta enseñando aquí? Yo estoy seguro de que no, y eso, en primer lugar porque contradeciría todo lo que la Biblia enseña al respecto, y en segundo lugar contradeciría al mismo Salomón en Eclesiastés, contradeciría el mismo contexto. Nosotros vimos como Salomón declara en el versículo 11, que “Dios puso eternidad en el corazón de los hombres”, tu tienes la sensación de que la muerte no es el fin, porque Dios puso eternidad. No tendría ningún sentido decir ahora, unos versículos mas adelante, que existe la posibilidad de que los hombres y los animales compartan el mismo destino después de la muerte. Por otra parte él también acaba de decir en el versículo 17 en términos claros y contundente, que todos lo hombres tendrán que comparecer ante el tribunal de Dios. Y mas adelante al final de Eclesiastés en el capitulo 12:7 Salomón señala que el espíritu de los hombres vuelve a Dios que lo dio. De manera que este versículo no es una manifestación de duda, sino que es la declaración de un hecho. Lo que Salomón esta diciendo aquí es “nadie sabe lo que ocurre con el alma del hombre cuando muerte, excepto Dios y por lo tanto lo mas sabio que tu puedes hacer es llevarte de lo que él ha revelado en su palabra, y no lo que te dicen tus sentidos” él no esta hablando de la muerte de los animales y de la muerte de un hombre, nosotros vemos a un hombre morir, y vemos a un perro morir, y nos da la impresión de que le esta sucediendo lo mismo a los dos, los sentidos nos dicen ¿que le paso al cadáver del hombre?, se volvió polvo, ¿que le paso al cadáver del perro?, se volvió polvo, pero hay una diferencia enorme entre unos y otros, el espíritu del animal desciende a la tierra con él, pero el espíritu del hombre debe comparecer ante Dios después de su muerte para dar cuenta, como dice Salomón en este pasaje. Y esa es una conclusión a la que nadie va a llegar por su propia inteligencia, Dios tiene que revelarnos, por eso Salomón dice “quien sabe esto, a menos que Dios se lo revele”. El hombre en su impiedad y en su injusticia se comporta muchas veces en una forma bestial, y al igual que las bestias él también debe morir, pero hay una diferencia fundamental entre los hombres y los animales y es que nosotros tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios, los animales no. De manera que lo que Salomón parece estar diciendo aquí es algo como esto: “no te regocijes pensando que la muerte será una puerta de escapatoria para evadir el juicio divino, la muerte es mas bien la garantía de que seremos juzgados” porque el espíritu de los hombres sube a la presencia de Dios. Ese sentido de justicia que tú tienes en el corazón, te grita a voz en cuello que la muerte no puede ser el fin de nuestra existencia en el mundo. Mire, si eso fuere así, si la historia humana no concluyera en el juicio final, esta vida seria una broma muy pesada y muy difícil de sobrellevar. O ustedes creen que Hitler pago por todos sus crímenes cuando se suicidio en el bunker, o que Trujillo pago por todos sus crímenes el 31 de Mayo.
Pero Salomón tiene algo mas que decirnos acerca de cómo debemos reaccionar ante las injusticias del mundo. Ya nos ha dicho “la injusticia y la opresión deben producir dolor y frustración”, ya nos ha dicho que “Dios hará justicia algún día y que nosotros debemos esperar en esa justicia”, pero ahora Salomón va a decir algo bien extraño, y es que nosotros podemos disfrutar de las buenas cosas que Dios nos da mientras aguardamos la llegada de ese día.
Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él? (Eclesiastés 3:22). Salomón no esta promoviendo una vida despreocupada, “disfruta de la vida y olvídate de todas las cosas que no andan bien (NO). Ya nosotros vimos como inmediatamente después, al principio del Capitulo 4, Salomón expresa su dolor y su sentido de frustración al ver a los oprimidos sin tener quien los defienda y quien los consuele. Pero esta es una enseñanza que no se da a menudo en las iglesias, esa sensibilidad debe ser moderada por otras realidades que también experimentamos en este mundo caído. Ya Salomón había dicho anteriormente “que la capacidad de disfrutar del fruto de tu trabajo es un regalo de Dios”, (Cap 2: 24) No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. (Eclesiastés 2:24)
Ecl 3:12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
Ecl 3:13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. No debemos ser insensibles ante las injusticias de este mundo, pero al mismo tiempo debemos recordar que el mundo esta en buenas manos, y que nosotros podemos disfrutar de los buenos momentos que Dios nos concede en su gracia, sabiendo que el día llegara cuando todas las cosas funcionaran como deben funcionar. “¿Y como me voy a comer este plato de comida cuando yo se que hay tanta gente muriéndose de hambre?” bueno hermano, en la providencia de Dios él te proveyó ese plato de comida, y tu le das gloria a Dios comiéndote el plato de comida que él te proveyó con acción de gracias, con alabanza en el corazón, hay que moderar esto, nosotros no tenemos idea de lo que enfrentaremos mañana, ni mucho menos de lo que va a ocurrir con el fruto de nuestras labores cuando nosotros no estemos aquí, recuerden que Salomón dijo: Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. (Eclesiastés 2:19) y dice: Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él? (Eclesiastés 3:22).
Disfruta de los dones que Dios te da, pero recordando siempre que no debes poner tu esperanza en ninguno de esos dones, recordando siempre que todas las cosas que este mundo ofrece son pasajeras, recordando siempre que ninguna de las ofertas de este mundo podrá aliviar tu dolor si no llegas debidamente preparado al día del juicio.
Es aterrador ese pasaje de Apocalipsis donde dice “vi a los muertos, grandes y pequeños de pie ante Dios”. Ahí van a estar los multimillonarios de este mundo, que están acostumbrados a que les rindan pleitesía, van a estar de pie sin nada y desnudos en la presencia de Dios, y este día, cuando tengan que dar cuentas por sus vidas, ni su Ferrari, ni su cuenta bancaria en Suiza, o en la isla Caimán, ni su mansión terrenal le servirán de nada, no le darán ningún consuelo, porque serán arrojados para siempre en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda. Es aterrador.
Déjame hacerte una pregunta ¿tu sabes cual será el destino de tu alma cuando te toque enfrentar el momento de la muerte? Esta semana tuve que tomar un taxi, y le había orado al Señor “ayúdame a predicar el evangelio a este taxista” me puse a hablar con él y resulto que su esposa es evangélica, y le pregunte ¿tu vas a la iglesia? Y me contesto “eso es como que no me sale”, yo le dije “déjame decirte una cosa, si tu estas enfermo y tu lo sabes, tu tienes que ir al medico aunque no te “salga””. Yo no se a ustedes pero a mi nunca me “sale” ir al dentista por ejemplo, ni a los médicos en general, pero hay que ir, cuando tu sabes que tienes un problema. Yo le dije mira “no te pongas a esperar que te salga, tu tienes un problema, tu vas a morir algún día” y yo estoy completamente seguro, le dije, “que te molesta como a mi la corrupción que nosotros vemos en un país como el nuestro, donde mucha gente robo lo que le dio la gana y nunca parece recibir ningún tipo de castigo” me dijo “si me molesta muchísimo” y yo le pregunte “¿tu crees que eres mas justo que ellos? ¿Tu crees que Dios te va a dejar escapar a ti de tus injusticias?, tu sabes cual es el destino de tu alma” no te olvides lo que dice Hebreos Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, (Hebreos 9:27) y mi pregunta es ¿tu sabes cual será el veredicto de Dios sobre ti en aquel día? Porque los cristianos podemos responder esa pregunta con toda certeza, y no porque creamos que somos mejores que los demás y que tenemos el cielo asegurado por nuestras buenas obras, no, yo te puedo responder donde va mi alma el día que yo muera, yo te puedo responder cual será el veredicto en el tribunal de Dios, ahora te lo puedo decir, porque la Biblia ya me lo revelo, dice la palabra de Dios que todo aquel que pone su fe en Cristo será salvo, todos sus pecados serán perdonados, su deuda ha sido saldada en el tribunal de Dios, porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna, por tanto (Romanos 8:1) no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, NO HAY CONDENACIÓN.
Nosotros sabemos para donde vamos. La pregunta mía es ¿lo sabes tú? Mi amigo, ¿es Cristo tu esperanza? Porque él es la única esperanza, ¿es Cristo tu esperanza? Déjame hacerte mejor la pregunta ¿tu manifiestas en tu vida los frutos de aquellas personas que verdaderamente se han arrepentido de sus pecados y han creído en Cristo para la salvación de su alma? Como yo he dicho muchas otras veces, “creer en Cristo implica Creer en Cristo”, en otras palabras “creer en Cristo es no creer en Nadie mas ni siquiera en ti mismo” una persona que cree en Cristo tiene una lucha constante en su corazón porque él le cree a Cristo, él quiere hacer su voluntad aun por encima de los deseos que hay en su propio corazón en contra de la voluntad de Cristo. La pregunta mía es ¿tu tienes esa lucha en tu corazón porque quieres hacer la voluntad de Dios? Porque dice en Mateo Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. (Mateo 7:22-23) ¿Tú crees en Cristo? ¿Te haz arrepentido de tus pecados? ¿Haz venido a Cristo pidiendo perdón y confiando únicamente en él? Porque la Biblia dice: “si alguno cree en mi, tiene vida eterna y no vendrá a condenación mas a pasado de muerte a vida”
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