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Exposiciones sobre Eclesiastés: Una dosis de realidad.


Por: Pr. Sugel Michelen



Seguramente todos aquí alguna vez han escuchado el famoso dicho de Benjamín Franklin, de que en esta vida solo hay dos cosas que están completamente seguras, la muerte y los impuestos. Ahora, si benjamín Franklin hubiera vivido en Republica Dominicana sabría que aquí hay formas de evadir los impuestos, pero ni aquí ni en ninguna otra parte del planeta es posible evadir la muerte. Unas 95 millones de personas mueren cada año, 3 cada segundo, eso quiere decir que cuando yo termine de predicar, unas 8 mil personas habrán pasado de este mundo a la eternidad, así que podemos tratar de evadir el tema, hay personas que no le gusta que le hable de la muerte, yo lo siento voy a hablarte mucho de la muerte, tu puedes evadir el tema pero no puedes evadir el hecho.

La muerte es como una sombra que nos persigue desde el instante en que nacemos. Esta semana me tome con un carro público que tenia atrás en el espejo un letrero que decía: “para que voy a enamorarme de la vida si voy a terminar casado con la muerte” y otra persona escribió: “come adecuadamente, haz ejercicio y muerte a pesar de todo”, ese no es el slogan que tu vas a encontrar en los gimnasios pero es una tremenda realidad. Y esto es precisamente lo que Salomón quiere enseñarnos en este pasaje de Eclesiastés que vamos a estudiar.

Como hemos visto, este libro nos presenta un cuadro de la realidad de la vida de este lado del cielo, sin tomar en cuenta a Dios, sin tomar en cuanta la eternidad, y todo eso para mostrarnos que desde esa perspectiva, la vida del hombre no tiene ningún sentido.

Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad. (Eclesiastés 1:2)

Otra versión lo traduce “lo mas absurdo, de lo absurdo, todo es absurdo” esta vida tiene sus encantos pero también tiene un montón de problemas y al final de cuentas todos tendremos que enfrentar la terrible experiencia de la muerte, la interrogante que esto plantea es ¿para que afanarse tanto si todos vamos a terminar en el mismo punto, no importa como vivamos? Salomón trato de dilucidar esta problemática, descansando en la gran sabiduría que Dios le había dado, pero en independencia de él (de Dios), dice la escritura, que Salomón fue uno de los hombres mas sabios de la antigüedad, sin embargo, cuando el trato por si mismo de entender el propósito de la vida sin tomar en cuenta a Dios, Salomón termino profundamente hastiado y frustrado.

Después de un tiempo investigando y llenando su mente de información, Salomón se dio cuenta que todo esto era vanidad y aflicción de espíritu, literalmente un correr tras el viento, “cuando aumenta el saber, también aumentan las frustraciones”, porque estamos mas apercibidos de que muchas preguntas quedaran sin respuestas, y de que la vida esta llena de problemas que no se van a solucionar de este lado del cielo.

Lo torcido no puede enderezarse, y lo que falta no se puede contar. (Eclesiastés 1:15)

Por eso es que en este mundo hay mucha gente muy inteligente y muy cínica a la vez.

Así que Salomón decidió probar con el placer, con las posesiones, lo que algunos llaman la buena vida, (decía Howard hughes “la buena vida es cara, la otra no es vida”) y Salomón trato de probar por esa vía a ver si encontraba en la buena vida lo que no había encontrado en el estudio, pero después de haber experimentado casi todos los placeres disponibles en este mundo, termino tan frustrado como antes.

Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol. (Eclesiastés 2:11)

Sin embargo, Salomón no era ese tipo de personas que se daba fácilmente por vencido, así que decide volver a repasar los resultados de su investigación para ver si había pasado algo por alto.

Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. (Eclesiastés 2:12)

Yo no se si alguna vez ustedes han pasado por esta experiencia, se les pierde algún objeto, y no recuerdan donde lo dejaron, entonces vuelven a recorrer el mismo camino para ver si la memoria se activa, o comienzan a buscar en los lugares inusuales, porque a veces cuando las cosas no están en los lugares donde deberían estar eso quiere decir que están donde no deberían estar. Uno comienza a buscar en los lugares menos usuales para ver si uno encuentra el objeto perdido. Bueno algo parecido es lo que Salomón esta tratando de hacer a partir del versículo 12 (Capitulo 2), haciendo una comparación entre, la sabiduría y la necedad, para ver si el sabio tiene, después de todo, alguna ventaja sobre el necio. Recuerden que él ya había dicho anteriormente que en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y que el que añade ciencia añade dolor. Pero ahora Salomón se pregunta ¿quiere esto decir, que no hay diferencia alguna entre el sabio y el necio? ¿Quiere esto decir, que es lo mismo tener sabiduría que vivir en necedad?

Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho. (Eclesiastés 2:12)

Como decíamos en un mensaje anterior, esta frase “los desvaríos y la necedad” hace referencia a ese tipo de conducta que no toma en cuenta las restricciones morales, ni las consecuencias de lo que se hace. Si Salomón hubiera escrito en el siglo XX o XXI diríamos que él esta hablando aquí de vivir la vida loca, esa es la idea, es decir, una vida vivida para el placer, para la diversión, para el entretenimiento, echando completamente a un lado la ley moral de Dios sin importar las consecuencias que ese tipo de vida produce, y ahora Salomón se pregunta ¿existe alguna ventaja entre actuar con prudencia y sensatez o vivir la vida loca? ¿Hay alguna diferencia después de todo, si todo es vanidad y aflicción de espíritu? Ahora recuerden algo, cuando Salomón habla aquí de sabiduría, y de la que él viene hablando, él no esta refiriéndose a la sabiduría de la que él habla en Proverbios 1:7, El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1:7) No es de esa sabiduría que él esta hablando aquí. la sabiduría que Salomón esta comparando con la necedad en este punto del libro, no tiene a Dios como punto de partida, recuerden eso. Él esta contemplando la vida debajo del sol, Dios no aparece por partes, y él nos esta mostrando aquí al hombre que trata de encontrar por si mismo el propósito y significado de su existencia en este mundo, así que la pregunta de Salomón es ¿existe alguna ventaja en el hombre que trata de usar bien su cabeza, sobre aquel que prefiere no darle mucha mente a las cosas y vivir por sus deseos e inclinaciones? Eso es lo que Salomón parece estar comparando aquí, la vida de aquel que piensa antes de actuar, que sopesa las cosas con cuidado, con la de aquel otro que prefiere evadir las inquietudes intelectuales y vivir para el placer y la diversión. Por su puesto nadie mejor que Salomón para dilucidar este asunto, ¿Por qué? Porque él vivió ambas experiencias intensamente.

Por eso es que él dice en el versículo 12 “¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ya ha sido hecho.” En otras palabras, “si yo no puedo dilucidar este asunto nadie mas podría hacerlo, es a mi quien me toca averiguar si el sabio de esta vida tiene alguna ventaja sobre el necio, por todas las experiencias que yo he tenido, tanto por la sabiduría, como por la necedad”. Y ¿Cuál fue su conclusión? Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. (Eclesiastés 2:13-14)

Es interesante aunque todo es vanidad y aflicción de espíritu incluyendo la sabiduría y el conocimiento de este mundo, aun así, dice Salomón, la sabiduría supera la necedad. La Sabiduría supera a la necedad, la vida de los necios es como la de un individuo que va caminando por un terreno pedregoso, con precipicios de ambos lados y con los ojos vendados. La sabiduría tiene ventaja sobre la necedad, pero son ventajas relativas. Versículo 14 pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. (Eclesiastés 2:15)

A pesar de todas las ventajas relativas que el sabio tiene sobre el necio, ambos se dirigen al mismo destino. El necio y el sabio en la tumba se encuentran, y tanto el uno como el otro se irán de este mundo sin nada. El analfabeto y el que tiene el PHD (1), sin nada. Dice en el Salmo 49:10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. (Salmos 49:10) y no hay que ser muy observador para darse cuenta de eso, todos se mueren y todos se van sin nada. “porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” (1 Timoteo 6:7) todos los logros y títulos académicos que el sabio llegue a alcanzar, en el cementerio pierden vigencia, en el cielo no se homologan los títulos. Te vas sin nada. Mi amigo, la tumba no hace acepción de personas, algún día morirás y tu cuerpo será comido por gusanos y el gusano no dice “me gusta más este porque este es PHD”. Te vas a ir sin nada y serás comido de gusanos, no importa si eres analfabeto o si hiciste un doctorado en física quántica, y llegaste a ser un tipo famoso.

Cuenta la historia, que en cierta ocasión Alejando el grande, se topo con Diógenes (ya famoso filosofo griego) que estaba mirando atentamente una pila de huesos humanos, y cuando Alejandro le pregunto que estaba haciendo, Diógenes le respondió: “estoy buscando los huesos de tu padre, pero no puedo distinguirlos de los de un esclavo”. Dice un comentarista “la muerte le roba al hombre, la razón de ser de su dignidad”. Ese mismo Alejandro el grande murió a los 30 años de edad, después de haber conquistado casi el mundo entero conocido, mi amigo, esa es una batalla que todos enfrentaremos tarde o temprano y que nadie puede ganar, y cuando te toque tu turno, es muy probable que poco a poco comiences a convertirte en un simple recuerdo y el día llegara cuando serás completamente olvidado. “Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio. Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.” (Eclesiastés 2:16-17)

Le decía a mi esposa en estos días, que estudiando Salomón, yo no se porque razón, ha venido a mi mente una y otra vez mi abuelo paterno a quien yo nunca conocí, él murió antes que yo naciera, y pesaba en todo lo que este hombre tubo que luchar para venir de Palestina hasta Republica Dominicana, hacer un negocio prosperar aquí, llego a ser un hombre muy rico, después lo perdió todo prácticamente, tubo una vida impresionante y yo casi nunca me acuerdo de mi abuelo, es un fantasma. Cuando él estaba vivo, estaba tan vivo como yo lo estoy ahora, ya se olvido, eso es lo que lleva a Salomón a decir “yo estoy hastiado de la vida”, mire, una cosa es sentirse desilusionado con algunos aspectos de la vida, otra muy diferente es aborrecer la vida misma. Y cuando Salmón se enfrento con la realidad de la muerte termino hastiándose de todo lo que había hecho con tanto esfuerzo. Como bien ha dicho alguien “si esto es todo lo que hay, entonces la vida es una trampa y un engaño”, un día le sigue al otro y al otro, y cada día es similar al anterior y al final de todo nos morimos como quiera, no importa si fuimos sabios o si fuimos necios, si fuimos justos o injustos, si fuimos diligentes o unos vagos irresponsables.

Y lo grande es que el hombre no quiere morirse, pero cuando se detiene a examinar las cosas como lo hizo Salomón, la vida tampoco le resulta placentera, esa es la trampa en la que esta metido el hombre. Decía Voltaire: “aborrezco la vida pero le tengo miedo a la muerte”, la vida es como es, con todos su achaques, sus afanes, sus problemas y la muerte es irremediable. En algún momento se encargara de ponerlos a todos en el mismo lugar.

Pero Salomón no ha concluido aun su deprimente ejercicio intelectual, luego de haber examinado las ventajas relativas de la sabiduría sobre la necedad, ahora pasa a considerar el impacto de la muerte sobre el trabajo que hacemos.

Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. (Eclesiastés 2:18)

Muchas personas se encuentran o tratan de encontrarle sentido a la vida a través del trabajo que hacen, de hecho muchos definen su propia identidad de acuerdo a su profesión. “yo soy medico, o yo soy abogado, o yo soy arquitecto o ingeniero” y muchos se sienten profundamente satisfechos por todo lo que han logrado en la vida, ellos tienen la sensación de que: “después de todo ha valido la pena”, “mira mi emporio”. Lo que Salomón va hacer a ahora es tratar de desinflarte ese globo. Porque este pasaje de Eclesiastés tiene todos los ingredientes necesarios para ayudarnos a poner los pies en la tierra. ¿Es el trabajo duro y responsable lo que da sentido a la vida del hombre? Si hay alguien que parece haber empleado bien su tiempo fue Salomón. Salomón fue un individuo diligente, sumamente emprendedor, pero cuando se detuvo a considerar todo lo que él había hecho ante la realidad de la muerte, se lleno otra vez de frustración. En primer lugar, porque tendría que dejarle al otro que venga después del fruto de su trabajo, sin saber de antemano lo que ese individuo hará con todo eso. “Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.” (Eclesiastés 2:19). Nadie puede estar seguro de que sus herederos serán personas sabias y prudentes. De hecho con la cantidad tan grande de necios que hay en el mundo, la probabilidad son mas en contra que a favor. Hay más necios que sabios. Y esa es una historia que se ha repetido una y otra vez, lo que a una persona le cuesta toda una vida alcanzar, es increíble en el corto tiempo que otro lo despilfarra. Como dice un refrán Dominicano “lo que no nos cuesta, hagamos fiesta”. Grandes emporios han quedados reducidos a nada por la insensatez de unos cuantos herederos necios, y eso que Salomón no sabia en el momento que escribió Eclesiastés capitulo 2, que esa iba a ser su propia historia. Todos esos años dedicados a proyectos impresionantes, acumulando riquezas y todo eso, ¿para que? Para que luego viniera Roboam su hijo mayor, y se comportara tan neciamente que terminara dividiendo el reino en dos y perdiendo 10 de las 12 tribus de Israel por su necedad.

Ahora, supongamos que tu caso sea diferente, que los que hereden lo tuyo sean personas diligentes, y personas sensatas, como quiera, dice Salomón, sigue siendo injusto que un hombre se mate trabajando para que otro sea el que lo disfrute. “Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande”. (Eclesiastés 2:20-21). A uno le toca trabajar y a otros les toca disfrutarlo sin haber movido un dedo, eso no parece justo. Como bien señala un comentarista: “cuanto mayor ha sido el empeño puesto en su trabajo, mayor amargura producirá la idea, de que los frutos de sus esfuerzos vayan a acabar en manos de otros, y casi con toda probabilidad en unas manos indebidas”.

Pero Salomón se dio cuenta de algo mas, y es que el trabajo en si mismo, es demasiado fatigoso y demandante. “Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. (Eclesiastés 2:22-23). Eso es parte de la maldición que vino sobre el hombre por causa del pecado, “con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra”, no importa que trabajes en una oficina con aire acondicionado, el trabajo de hará sudar, y experimentaras por su causa, dolores y molestias dice Salomón. Algunas veces te angustiaras preguntándote si vas a poder mantenerte a ti mismo y a tu familia con el salario que ganas, otras veces te sentirás inadecuado o con muy poco tiempo disponible para la cantidad de cosas que tienes que hacer, y a todo esto, dice Salomón, se añade el hecho de que muchas veces las preocupaciones no te dejan dormir, te pasas la noche en vela y no puedes recobrar las fuerzas perdidas. Por eso es que dice Salomón en el versículo 23 que ni si quiera en la noche su corazón reposa, se le va el sueño. Y dice en Eclesiastés 8:16 “(porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos);” De manera que el panorama que Salomón a presentado hasta ahora es bastante desolador, bastante deprimente. El Sabio y el necio tienen el mismo destino, no importa lo que logres alcanzar en esta vida, “llegaste sin nada y te vas sin nada”.

Pero entonces llegamos al versículo 24 del Capitulo 2, y como por arte de magia, todo cambia por completo, uno se pregunta ¿Qué paso aquí?.

Salomón viene hablando de depresión, de hastió, de desesperación, de insatisfacción, y repentinamente leemos en el versículo 24: “No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.” (Eclesiastés 2:24) ¿Cómo así? Pero tu no acabas de decir que eso era vanidad y aflicción de espíritu, como me dices ahora que el fin del hombre es que coma y beba y se alegre su alma en su trabajo, “También he visto que esto es de la mano de Dios”. “Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; más al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.” (Eclesiastés 2:25-26) ¿De que esta hablando Salomón aquí? Alguien ha dicho, que estos versículos son como un oasis de optimismo en medio de un desierto de desesperación, y yo creo que la clave para entender este ultimo párrafo, que es la clave del libro entero de Eclesiastés (como decía Martín Lutero). La clave para entender este párrafo se encuentra al final del versículo 24 “También he visto que esto es de la mano de Dios”. ¿El qué es de la mano de Dios? El hecho de que un hombre coma, y beba y su alma se alegre en su trabajo. Note una vez mas el versículo 26 “Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo” y yo vuelvo a preguntar ¿Qué es lo que Salomón esta enseñando aquí? Que después de haberse dedicado a buscar todas estas cosas por si mismo, y para si mismo, el placer, las posesiones, la alegría de la vida, el gozo, Salomón entendió que el verdadero deleite en la vida proviene de recibir esas cosas y disfrutar de ellas como regalo de Dios. Eso es lo que Salomón esta diciendo. El que hace del placer, de las posesiones, del entretenimiento, de las diversiones el propósito de su existencia en este mundo, terminara hastiado, terminara frustrado. Pero el que persigue a Dios podrá disfrutar con gratitud y gozo de los buenos dones que él nos da, eso viene de la mano de Dios. Un comentarista dice: “cuando aprendemos a recibir las buenas cosas de la vida como regalos de Dios, en vez de tomarlas como derechos, experimentamos un gozo genuino y verdadera gratitud”. Hay personas que van por la vida demandando que todo el mundo les rinda pleitesía, como si los placeres de la vida fueran su derecho, dicen: “yo tengo derecho ha ser feliz”, No, tu tienes derecho a estar en el infierno por causa de tus pecados, eso es lo que tu mereces. No tienes derecho. Cuando Dios te da una bendición es un regalo.

“porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” (1 Timoteo 6:7) ahora, voy a leer este texto en su contexto completo. “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. (es un regalo de Dios). Porque los que quieren enriquecerse ( es decir, aquellos que no ven esas cosas como regalos de Dios, aquellos que se afanan por hacerse ricos para poder comprar lo que yo quiera y cuando yo lo quiera y viajar a donde quiera) caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero( no el dinero, sino, que con el dinero se puede hacer mucho bien, el problema es :“la raíz de todos los males es el amor al dinero”) , el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. (1 Timoteo 6:6-10). ¿Cuál es entonces el consejo de Pablo? “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” (1 Timoteo 6:17). No son los ricos únicamente los que ponen su esperanza en las riquezas, vayan a las farmacias (2) hoy, las filas de las gentes comprando quiniela, lotería. ¿Saben para que? Para hacerse ricos sin dar un golpe. Esto no es lo que Dios quiere, espero que ningún creyente haga semejante barbaridad.

“Los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”. Es Dios que nos da las cosas en abundancia para que las disfrutemos. ¿Saben que? Los creyentes glorificamos a Dios, le damos gloria a Dios cuando disfrutamos legítimamente de esas cosas con gratitud y gozo, reconociendo que son regalos de amor de nuestro padre celestial, incluyendo el trabajo mismo.

¿Alguna vez te haz puesto a pensar que el trabajo es uno de esos dones, esos regalos que Dios le ha dado al hombre por su amor y su bondad?, lo dice en Génesis 1:26-28 que tan pronto Dios creo al hombre, le dio un trabajo que hacer, una tarea que hacer. Y dice en el Versículo 31: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. (incluyendo el hecho de que el hombre tuviera un trabajo que hacer) Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” (Génesis 1:31).

El trabajo esta supuesto a ser uno de los deleites del hombre en el paraíso, porque es parte de la imagen de Dios en nosotros, nosotros trabajamos porque fuimos creado por un Dios trabajador, dice: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” (Juan 5:17). El problema es que el pecado entro en el mundo y con él las frustraciones que el hombre experimenta en el contexto de su trabajo, pero el trabajo puede ser algo disfrutable a pesar de todo, siempre y cuando trabajemos para el agrado de Dios y recibamos el fruto de nuestro trabajo como un regalo de él.

Dice Pablo: “todo lo que hagáis, hacedlo de corazón como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís” (Colosenses 3:23-24)y Pablo no estaba hablando a los misioneros ni a los pastores, él estaba hablando a los esclavos de la iglesia. Si estos esclavos eran cristianos, ellos no debían hacer su trabajo para los hombres, sino para el Señor, porque es a Cristo el Señor a quien servís, y no solamente eso, Pablo dice también: “y de él recibiréis la recompensa de la herencia”.

Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. (Eclesiastés 2:26)

Salomón esta haciendo una diferencia aquí, entre aquel en el que Dios se agrada, aquel que se ha amparado bajo la gracia de Dios, y aquel que ha decidido vivir su vida de espaldas a él, Haciendo un ídolo del placer, un ídolo de las posesiones. ¿Cuál es entonces la vanidad y aflicción de espíritu que Salomón menciona al final del versículo 26? La que experimenta ese pecador que se pasa la vida persiguiendo las cosas de este mundo, recogiendo y amontonando para darlo a quien agrada a Dios y quedarse al fin sin nada, esto es lo que Salomón dice: “es vanidad y aflicción de espíritu pasarse la vida trabajando, recogiendo y amontonando, para que al final Dios le de el fruto de su trabajo al que agrada a Dios”. Y el pecador se queda sin nada en el infierno.

¿Esta predicando Salomón aquí el evangelio de la prosperidad? (“somos hijos del rey y Dios nos va a dar todas las cosas, seremos ricos, todos seremos prósperos, tendremos un buen auto, casa, sueldo y salud”). No, pero hay ocasiones en que en esta vida las cosas suceden así, que lo que el impío trabaja lo hereda el justo. Ustedes recuerdan cuando el pueblo de Israel fue libertado de la esclavitud de Egipto, acaso no puso Dios en el corazón de los Egipcios darle sus joyas a los israelitas para que se fueran lo mas rápido posible. Y dice el texto bíblico: “despojaron a los egipcios”. O no olvidemos lo que sucedió con Mardoqueo en los días de Ester. Mardoqueo recibió los vestidos y los caballos que su enemigo Aman, había preparado para su propia gloria y Aman término colgado en la orca que había preparado para Mardoqueo. Eso no siempre sucede así debajo del sol. Pero Saben que, ese será sin duda alguna el final de la historia humana, “los mansos heredaran la tierra” y disfrutaran plenamente de ella en la presencia del Señor por los siglos de los siglos. Así que es verdad que los impíos están recogiendo y amontonando para que nosotros le demos todo.

Veamos lo que dice David en el Salmo 37. Estoy seguro que nuestro Señor Jesucristo tiene que haber tenido en mente este pasaje cuando dijo en Mateo 5:5 “bienaventurados los mansos porque ellos recibirán la tierra por heredad”

No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, Y como la hierba verde se secarán.(Salmos 37:1-2)

Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. (Salmos 37:8-9)

Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz. (Salmos 37:11)

Conoce Jehová los días de los perfectos, Y la heredad de ellos será para siempre. (Salmos 37:18)

Porque los benditos de él heredarán la tierra; Y los malditos de él serán destruidos. (Salmos 37:22)

Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella. (Salmos 37:29)

Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. (Salmos 37:34)

Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz. (Salmos 37:37)

Los Mansos heredaran la tierra.

Queridos hermanos nuestro Dios es fiel, y él cumplirá cada una de sus promesas, la tierra es una herencia reservada para los suyos y para nadie mas. Pablo dice en Romanos 8:17 que nosotros los creyentes somos “Herederos de Dios y coherederos con Cristo por la pura gracia y misericordia del Señor” y algún día entraremos en la plena posesión de lo que se nos ha prometido.

¿Qué debemos hacer mientras tanto, en lo que llega la herencia? Salomón dice: “disfruta, deléitate, gózate en el fruto de tu trabajo”, a pesar de las dificultades que tendremos que enfrentar en este mundo caído, porque vas a disfrutar estas cosas como regalos que vienen de la mano de Dios. Recuerda eso cuando estés en tu casa y te dispongas a disfrutar la comida que tienes en tu mesa. Saben que Dios no solamente da las cosas, sino la capacidad para disfrutarlas, y hay gente a quien Dios le da las cosas pero no la capacidad para disfrutarlas.

Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso. (Eclesiastés 6:1-2) ¿Te estas comiendo un buen mango? ¿Y lo estas disfrutando? Dale gloria a Dios, “que bueno Señor que yo puedo comerme este mango y disfrutarlo”. Es Dios quien nos da la capacidad de disfrutar las cosas que él provee, ¿Qué debemos hacer entonces? En vez de perseguir el placer y las posesiones, debemos perseguirlo a él, y recibir con gozo y gratitud lo que él quiera darnos. Leamos una vez mas Eclesiastés 2:25 “Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?” (Eclesiastés 2:25) Salomón esta diciendo “si yo que tuve tantas oportunidades de disfrutar de las cosas buenas de esta vida, no puede encontrar ningún placer genuino y permanente, hasta que me dispuse a recibir esas cosas como un regalo de Dios ¿Quién podrá hacerlo?” “nadie se va a cuidar mejor que yo, yo viví en un palacio, tenia todo lo que quería, y hasta que yo no entendí que no debía perseguir esas cosas, hasta que yo no entendí que esas cosas son un regalo de Dios, mi vida nunca fue deleitosa, me hastié de todo”. Así que, si bien es cierto que la vida es dura, y que trae consigo muchos afanes y problemas, el creyente debe amar la vida. Hay personas que creen que es espiritual querer morirse. “Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;” (1 Pedro 3:10) nosotros debemos amar la vida que Dios nos da, disfrutar de los dones que él nos da a través del fruto de nuestro trabajo, y cuando nos toque la hora de partir de este mundo, podremos hacerlo con confianza porque tendremos la plena certeza de que partiremos a la presencia del Señor. Dice en Hebreos 2:14 que el Señor le quito a la “muerte su terror” ¿Qué es lo que hace terrible la muerte de un ser humano? el hecho de tener que enfrentarse cara a cara con un juez que todo lo sabe. Dice en Hebreos 4:13 que “todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuentas” pero nosotros tenemos un salvador en los cielos, que decidió sufrir en nuestro lugar el castigo que nosotros merecíamos por causa de nuestros pecados, ese salvador nos concedió gratuitamente por gracia el don de la vida eterna, así que nosotros estamos seguros en él. Sea que vivamos o que muramos del Señor somos. Pablo dice que nuestra vida “esta escondida con Cristo en Dios” y la palabra griega que usa allí para “escondida” es muy interesante es: ENKRIPTON de donde viene la palabra “encriptar”, ustedes han visto esas personas que crean un Software de computadora y le ponen unas claves para que un Haker no lo pueda piratear. Bueno nuestra vida esta Encriptada en Dios, esta guardada en Cristo, esta protegida en Cristo, nadie nos puede sacar de allí, por eso es que Pablo pudo mirar la muerte cara a cara y decirle en 1Corintios 15 “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1 Corintios 15:55-58) ¿Qué le recuerda esa frase? (vuestro trabajo en el Señor no es en vano) (Eclesiastés 2) que contraste. Salomón contemplo la vida sin Dios y concluyo que todo su trabajo era vanidad y aflicción de espíritu. El Apóstol Pablo coloco a Cristo en la ecuación y concluyo que el trabajo que hacemos unidos a él por la fe, no es en vano. Así que es Cristo el que hace la diferencia entre una vida plena y significativa y una vida vana y tormentosa. Es Cristo el que hace la diferencia, NO es el tipo de trabajo que hagas, no es la cantidad de bienes y placeres que puedas alcanzar en este mundo, no es cuan engrosada este tu cuenta bancaria, es Cristo y solo Cristo, él hace toda la diferencia. Déjame hacerte una pregunta ¿Qué es lo que tú persigues en la vida? ¿Detrás de que andas tú? ¿De los placeres que este mundo ofrece? ¿O del Dios que provee generosamente aquellas cosas que alegran el corazón del hombre, a pesar de que el hombre no lo merece? Me encanta este versículo en Hechos 14:17 Pablo dice que Dios no se dejo a si mismo sin testimonio haciendo bien, “dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos y llenando de sustento y de alegría nuestros corazones”, Dios nos llena de sustento y de alegría.

¿Disfrutas de estas cosas deleitosas que tiene la vida con gratitud y gozo, sabiendo que son regalos que vienen de la mano de Dios O estas haciendo un ídolo de esas cosas, sustituyendo a Dios por ellas, tratando de encontrar en esas cosas lo que solo Dios te puede dar?

Mi amigo, ¿Qué de ti? ¿Tú tienes la certeza de que cuando te toque partir de este mundo, tendrás todas tus cuentas arregladas con Dios? Si tú confías en ti mismo estas en problemas. La Biblia dice que “todas nuestras justicias, son como trapo de inmundicia en la presencia de un Dios perfectamente justo”, tus obras de justicia son como trapo de inmundicia en la presencia del Señor. ¿Es esta tu confianza? Mi amigo, no importa cuantas cosas de esta vida tu puedas disfrutar, cuantas posesiones puedas alcanzar, ninguna te proveerá satisfacción permanente, y ninguna de ellas te servirá de nada cuando tengas que enfrentarte con la justicia de Dios, Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, porque es el único en quien puedes encontrar el perdón de todos tus pecados y el don de la vida eterna, él murió en la cruz del calvario para hacer posible el perdón, arregla tus cuentas con Dios, porque tu no tienes la menor idea de cuando ni como será tu encuentro con él.

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