Exposiciones sobre: Eclesiastés: Una vida sin Dios.
- Los pensadores
- 13 jun 2020
- 20 Min. de lectura
Por: Pr. Sugel Michelen
Alguna vez te haz preguntado ¿Cuál es el sentido de tu vida? Cuando tú abres los ojos cada mañana ¿Qué es lo que te mueve a levantarte de la cama y a ponerte en movimiento? A todos nos gusta pensar que las cosas que hacemos son importantes y que hacen alguna diferencia, que nosotros vamos a dejar una huella en el mundo cuando salgamos de aquí, pero ¿realmente es así?
O para ponerlo en una forma más general, ¿hay algún propósito y significado para la existencia del hombre en un mundo como este? Donde tenemos que enfrentar tantos problemas, tantas injusticias, tantas cosas torcidas que no parecen enderezarse nunca. ¿De que sirven nuestros logros o comportarse de cierta manera? Si al final de cuentas todos vamos a morir, no importa como hayamos vivido.
Ese es el tipo de cuestionamientos que se plantea el autor del libro de Eclesiastés. Y su respuesta inicial es tan desalentadora, tan devastadora, que algunos se preguntan, ¿Cómo es posible que un libro como este haya sido incluido en la Biblia?
Una lectura superficial de Eclesiastés, puede llevarnos a pensar que este libro fue escrito por un filósofo fatalista, no por un hombre inspirado por el Espíritu Santo.
Para que tengan una idea del tipo de declaraciones que vamos a ver a lo largo de esta serie. Permítame darle un breve muestrario:
Ecl 2:17 “aborrecí por tanto la vida” eso dice un hombre inspirado por el Espíritu de Dios. “Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.”
Ecl 2:18 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
Ecl 3:18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias.
Ecl 3:19 Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Ecl 7:15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Ecl 7:16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte?
Ecl 7:17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo?
Y yo no voy a hacer ningún comentario, yo simplemente estoy leyendo algunos versículos.
Ecl 8:14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
Ecl 8:15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol.
Ecl 10:19 Para el placer se prepara la comida, y el vino alegra la vida, y el dinero es la respuesta para todo.
Alguna persona dice medio en broma, “el dinero no te lleva a la felicidad, pero te deja como a una cuadra” y uno se rie de ese tipo de declaraciones, pero encontrarla en la palabra de Dios, eso es otra cosa. Es por eso que algunos concideran el libro de Eclesiastés como el mas enigmatico de todos los libros de la Biblia, de hecho una persona le llama “el niño problemático de la familia de los libros de la Biblia” .
Sin embargo, este no es solo un libro fascinante, inspirado por el espíritu de Dios, un libro que nos prepara para recibir el evangelio de Jesucristo, sino que también es de gran ayuda para que los creyentes tengan una correcta perspectiva de la vida aquí y ahora, lo que hace el autor de Eclesiastés es examinar la vida del hombre desde una perspectiva completamente secular, sin tomar en cuenta la existencia de Dios, para entonces mostrarnos que desde ese punto de vista, la vida del hombre es completamente absurda, la vida del hombre no tiene ningún sentido.
Yo quisiera introducir este libro de las escrituras, considerando básicamente tres cosas, su autor, su tema y su propósito. Eso es todo lo que vamos a ver.
Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(Eclesiastés 1:1)
Esta palabra que nuestras versiones de la Biblia traducen como Predicador, es la palabra Hebrea COGELE: un titulo que se le daba, en aquellos días, a un orador oficial que tenia la autoridad para convocar una asamblea y para enseñar a una asamblea. De hecho la palabra Griega para asamblea, es Eclesia, de donde proviene nuestra palabra Iglesia y de donde proviene también el titulo de este libro ECLESIASTÉS. O el Predicador. Algunos traducen esta palabra como “el maestro” otros como “el filosofo” hay otros que prefieren dejarla sin traducción y llamarle a este individuo “el cogele” pero la traducción de nuestras versiones sigue siendo una de las mejoras EL PREDICADOR.
Ahora bien, ¿Quién es este predicador que se atribuye la autoría de este libro? Bueno su nombre no se menciona en ninguna parte de Eclesiastés, pero todo luce indicar que se trata del rey Salomón. En el versículo 1 se refiere a si mismo como el Hijo de David, Rey de Jerusalén, y mas adelante en el versículo 12 nos dice que él fue rey sobre todo Israel. ¿Quién fue el único hijo de David que pudo reinar sobre toda la nación de Israel? Únicamente Salomón, porque en los días de Roboam el reino se dividió en dos, así que, todo luce indicar que este predicador no es otro que el rey Salomón. Aparte que las experiencias que él comparte en el libro encajan perfectamente en lo que nosotros conocemos en la Biblia del rey Salomón.
Como ustedes recordaran al principio de su reinado el Señor se le apareció a Salomón y le dijo “pideme lo que tu quieras”, y Salomón le pidió un corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo. Él pudo haber pedido muchas cosas, pero lo que le pidio a Dios fue sabiduría.
Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oir juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.
(1 Reyes 3:10-14)
Lamentablemente, Salomón no permaneció siendo fiel a Dios,
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
(1 Reyes 11:3-4)
Salomón llego a tener 300 esposas y 700 concubinas, un aren de 1000 mujeres.
Por supuesto la idolatría tiene consecuencias, y la vida de Salomón se volvió un total desastre. Y aunque nosotros no tenemos constancia de que Salomón se haya arrepentido y haya vuelto a los caminos del Señor, el libro de Eclesiastés parece ser su testimonio de arrepentimiento. Al final de su vida Salomón quiso compartir las lecciones que aprendió de mala manera, durante su tiempo de apostasía.
Y ¿Cuál es el tema de este libro?
Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
(Eclesiastés 1:2-3)
Esta es una frase clave que se repite 29 veces en todo el libro.
Lo que Salomón quiere hacernos ver, es que si la existencia humana se limita a aquí al ahora, si no tomamos en cuenta lo que ocurre del otro lado del sol, cuando partamos de este mundo a la presencia del Señor, entonces nada de esta vida tiene sentido.
“vanidad de vanidades, vanidad de vanidades TODO ES VANIDAD”.
Lo más absurdo de lo absurdo, dice el Maestro, lo más absurdo de lo absurdo, ¡todo es un absurdo!
(Eclesiastés 1:2)
Otra traducción dice “frustración de frustraciones, todo es frustración”
La palabra vanidad, también se repite una y otra ves en el libro, 38 veces en total, y se refiere a algo que no tiene sustancia, algo inútil, sin valor.
Mi amigo si tú dejas a Dios y a la eternidad fuera de la ecuación, lo que te queda es una vida vacía sin propósito y sumamente frustrante.
Salomón parece estar sacando balance aquí, al final de su vida, de todas las cosas que él tuvo la oportunidad de experimentar, cuando Dios dejo de ser relevante para él, y el resultado final fue menos que nada, “vanidad de vanidades”. Los judíos empleaban este tipo de expresiones cuando querían enfatizar una idea, como cuando nosotros decimos “rey de reyes” el es el Rey que esta por encima de todos los Reyes, o “cantar de los cantares” es el cantar más extraordinario, es el cantar que esta por encima de todos los cantares. Lo que Salomón nos esta diciendo es que no hay una cosa mas vana que una vida sin Dios. Eso es lo mas vano, mas vano no se puede ser, esa es la vanidad de las vanidades. Y lo repite dos veces, y por si todavía alguien no entendió la fortaleza de su idea, concluye diciendo: todo es vanidad.
Eso seria la existencia humana, si todo lo que tuviéramos fuera esta vida.
Venimos de la nada, somos el producto de un accidente sin propósito, nos dirigimos inevitablemente a convertirnos otra vez en nada, y entre una nada y otra nada, nosotros tenemos que estar viviendo en este mundo lleno de dificultades, lleno de problemas, donde los momentos de felicidad son muy escasos y muy transitorios.
Por eso alguien decía, que antes de preguntar si hay vida después de la vida, habría que preguntar si hay vida ahora. Un día viene, otro día va, muy similar al anterior y después de muchos días, la muerte. La pregunta es ¿para que afanarse tanto?, si al final de cuentas todos terminamos con las manos vacías.
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
(Eclesiastés 1:3)
¿Cuál es tu ganancia? “bueno mire, yo me conformo con dejar un legado a las generaciones futuras”. Genial, ¿pero de que te sirve eso a ti? .
Decía el cineasta W. Allen: “yo no quiero alcanzar la inmortalidad a través de mi obra, yo quiero alcanzarla no muriéndome, el problema es que no tenemos esa alternativa”
Todos tenemos una cita ineludible con la muerte, y lo que Salomón nos esta diciendo aquí, es que si contemplamos la vida sin tomar en cuenta lo que trasciende la temporalidad de este mundo, todo se vuelve fatigoso, todo se vuelve frustrante.
Eso es lo que pasa a probar a partir de los versículos 4 al 11, usando algunos ejemplos de la creación y de la experiencia humana.
Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
(Eclesiastés 1:4)
Una generación se va levantando, la otra va envejeciendo, y a veces tenemos la sensación de que algo esta pasando, algo esta cambiando entre una generación y la otra, pero esa generación que esta surgiendo ahora, mañana estará en el mismo lugar donde nosotros estamos hoy. Cuando yo contaba la historia de esta iglesia, siempre decía que nosotros comenzamos un grupito de 12 jóvenes, y 3 señoras mayores. Hasta que un día mi esposa me dijo, “mi amor, tu te haz puesto a pensar que las famosas 3 señoras mayores tenían menos edad que la que tu tienes ahora”.
Y los que se levantaran después de nosotros, repetirán el mismo siclo otra vez. No por que la historia humana sea cíclica, como dicen algunos, sino porque en el fondo el hombres sigue siendo el mismo. Ahora tenemos computadoras, tenemos Internet, tenemos muchísimas cosas, pero el hombre sigue siendo el mismo.
Escuchen este comentario: “los muchachos de ahora aman el lujo, se comportan de una forma inapropiada, desacatan la autoridad, y no muestran respeto hacia los que son mayores que ellos” verdad que parece una declaración muy actual, Esto lo dijo Sócrates en el siglo V, AC.
Y que le parece esta de Pedro el ermitaño, (1050-1115) “los jóvenes de hoy solo piensan en si mismos, no tienen ninguna reverencia a sus padres, o a los ancianos, se impacientan ante toda restricción y hablan como si lo supieran todo”. ¿ustedes ven el punto? La historia esta en movimiento, pero nada cambia en realidad. es lo mismo que lo que nosotros vemos en los procesos de la naturaleza, a pesar de la diversidad y los cambios que nosotros vemos a nuestro alrededor, la naturaleza es sorprendentemente uniforme en su funcionamiento, de hecho eso es lo que permite que hagamos ciencia, los científicos pueden evaluar los procesos de la naturaleza, porque todo se repite una y otra vez.
Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo.
(Eclesiastés 1:5-7)
El sol salio esta mañana, se va a poner esta tarde, así será mañana y pasado mañana, y dentro de 10 meses y dentro de 100 años. La misma rutina. Y lo mismo ocurre con el viento, el viento se mueve constantemente en una serie de circuitos que nosotros no podemos entender del todo, y que tampoco cambiara con el paso de los siglos, el mismo circuito, todos los ríos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena. Y al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo, LA misma cosa una y otra vez, y esa monotonía de la naturaleza no es otra cosa que un reflejo de la monotonía de la vida humana.
En ciencias políticas, hay un principio que se conoce como “el gatopardismo” por una novela que se llamo “el gato pardo”, donde apareció esta frase memorable, “si queremos que todo siga como esta, necesitamos que todo cambie”. ¿Cómo así? Bueno lo que ese principio establece es que, los políticos tienen que iniciar constantemente algo que se parezca una transformación revolucionaria, pero dejando en realidad las mismas estructuras de poder, de manera que todo cambia, pero nada cambia. Eso es el “gatopardismo” todo cambia, pero nada cambia. Eso es básicamente lo que Salomón nos esta diciendo en Eclesiastés, lo que nosotros vemos en los procesos naturales, es lo mismo que ocurre en la experiencia del hombre.
Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
(Eclesiastés 1:8)
Eso fue cierto en los días de Salomón, lo es en el día de hoy. En la historia de la civilización, el hombre nunca había tenido a su alcance tantas posibilidades de ver y oír cosas diferentes. Hace 200 años si usted quería escuchar música tocada por una orquesta, usted tenia que ir a donde la orquesta estaba, era un lujo que muy pocas personas podían darse, hoy día cualquier muchacho tiene a su alcance un montón de dispositivos, de programas, de aplicaciones, que le permiten ver y escuchar lo que quiera, y cuando lo quiera.
¿y saben que? No importa cuantas cosas veas, no importa cuantas cosas escuches, nunca te sentirás satisfecho, nunca te sentirás plenamente satisfecho. Yo recuerdo cuando era niño, a mi padre le encantaba hacernos cuentos árabes, y yo recuerdo uno en particular, donde había un rey que le ofreció la mitad de su reino a cualquier persona que pudiera llevarle algo que fuera mas pesado que lo que el tenia en su mano, y las personas comenzaron a traer cosas pesadas, cada vez mas pesadas y siempre lo que el rey tenia en la mano pesaba mas. La gente decía: “como es posible que este hombre pueda tener algo en su mano, envuelto en un pañuelo, que pese mas que todo lo que nosotros llevamos”. Finalmente un sabio dijo: “llévenme donde el rey” cuando pusieron el pañuelo en la balanza, este sabio tomo un poco de tierra, lo puso en la otra balanza y la tierra peso mas, y todos quedaron sorprendidos hasta que él dio la explicación, lo que hay envuelto en ese pañuelo es un ojo humano. Y el ojo humano no se sacia con nada, pero al final tendrá que contentarse con un puñado de tierra, nunca se sacia el ojo de ver, siempre queremos ver otra cosa, escuchar otra música, tener otra experiencia, lo que ayer me emocionaba hoy me causa aburrimiento.
Así como el mar nunca se llena, nuestros sentidos tampoco. Es por eso que la industria del entretenimiento es tan exitosa, nosotros queremos algo nuevo, algo que nos libere de este siclo interminable de insatisfacción y de hastió, el problema es, que todo lo que el mundo ofrece debajo del sol, nos deja exactamente en el mismo punto de partida.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
(Eclesiastés 1:9-10)
Si leemos con cuidado la historia veremos que el hombre sigue siendo esencialmente el mismo con el paso de los siglos, las mismas dudas, los mismos problemas, las mismas aspiraciones, los mismos anhelos, las mismas luchas. Lo que parece novedoso no es más que un pasado que ya se olvido.
Decía el periodista Malcom Mollorich “toda las nuevas noticias, son viejas noticias ocurriéndoles a nuevas personas”
No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
(Eclesiastés 1:11)
En otras palabras, la gente suele sufrir de amnesia histórica, y eso nos hace creer que algunas cosas son novedosas, cuando en realidad no lo son , generaciones van generaciones vienen, cada una repitiendo los mismos errores de la generación anterior, y creyendo al mismo tiempo que están siendo originales.
La vida debajo del sol es fatigosa, repetitiva, monótona, hastiante. Eso es lo que Salomón nos esta diciendo. Y cuando el hombre trata por si mismo de descubrir el significado y propósito de todo esto, el resultado es una visión fragmentada de la realidad que no le hace ningún sentido. Es como cuando estamos tratando de armar un rompecabezas y hay piezas que faltan. Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Ahora bien, ¿Cuál es el propósito de este libro? ¿Por qué Dios inspiro al autor de Eclesiastés, para que pusiera por escrito reflexiones tan deprimentes acerca de la vida en este mundo? Eso nos lleva a nuestro tercer y ultimo encabezado, ya vimos el autor del libro, el tema del libro, veamos ahora su propósito.
Yo creo que el Apóstol Pablo nos muestra incidentalmente porque se escribió el libro de Eclesiastés.
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
(Romanos 8:20)
Vanidad, Otra vez la misma palabra, la creación por causa del pecado fue sujetada a producir lo que no sirve, la creación fue sujetada a no dar todo el potencial que tiene dentro, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujeto en esperanza.
En el libro de Eclesiastés, Salomón quiere que sintamos el peso de lo absurda que resulta la vida debajo del sol, destruir en nosotros toda esperanza de encontrar un propósito, significado o satisfacción, en ninguna de las cosas que este mundo ofrece, para entonces llevarnos de la mano a poner toda nuestra esperanza únicamente en Dios.
Ese es el propósito, él quiere destruir todo aquello que pueda ser una esperanza para ti, cualquier cosa. Dice un comentarista: “la función de Eclesiastés, es llevarnos a ese punto en el que empezamos a temernos que esa sea la única conclusión posible, es decir que todo es vanidad nos vemos así enfrentados a la cruda realidad de que nada tiene sentido, nada de lo que hay debajo del sol tiene valor” pero ¿saben que? Nosotros sabemos que hay un Dios que esta sentado en su trono por encima del sol, gobernando todo lo creado para su gloria y para el bien de su pueblo. Y eso hace toda la diferencia del mundo. Ese Dios no solo ha prometido libertar su creación de la vanidad a la que fue sometida por causa del pecado, como dice Pablo en romanos 8. Sino que también nos permite contemplar ese mismo escenario que Salomón nos presenta en Eclesiastés, pero desde otra perspectiva completamente diferente.
Vamos a introducir a Dios ahora, en Eclesiastés Capitulo 1 y vamos a ver que pasa. Vamos otra vez a Salomón, vamos a meternos en la mente de Salomón, la única diferencia es que ahora vamos a meter a Dios en la ecuación, y vamos a ver que pasa.
El salmista David, el padre de Salomón, nos dice en el salmo 19:1 “los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento anuncia la obra de sus manos” el universo es un gran libro disponible para todo el que lo quiera leer, que nos habla de la grandeza, el poder y la majestad de nuestro Dios, “un día emite palabra a otro día, una noche a otra noche declara sabiduría, no hay lenguaje ni palabra, ni es oída su voz, pero por toda la tierra salio su voz y hasta el extremo del mundo su palabra” “en los cielos puso tabernáculo para el sol, y este como esposo que sale de su tálamo, por la mañana se alegra cual gigante para correr el camino” el mismo sol que Salomón pone como ejemplo de la monotonía de la vida, nos da un mensaje completamente distinto cuando Dios esta detrás del proceso. Ese siclo solar testifica de la gloria, el poder, el gozo (dice que se alegra cual gigante), y aun la bondad de nuestro creador, que hace salir su sol sobre malos y buenos y que hace llover sobre justos e injustos, como dice Cristo en Mateo 5:45. Así que si leyéramos apropiadamente el mensaje que el sol comunica, ¿saben que pasaría? Que no dejaríamos nunca de alabar a Dios:
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.
(Salmos 113:3)
Si todos los hombres reciben igualmente el beneficio de la luz del sol, ¿no debieran todos darle la gloria y la alabanza al único que le corresponde? El mismo sol pero contemplado desde otra perspectiva. Y lo mismo podemos decir de los otros ejemplos que usa Salomón en Eclesiastés. Si los siclos de la naturaleza son repetitivos, pero la pregunta es, cuándo nosotros colocamos a Dios en el panorama ¿que nos enseñan esos siclos repetitivos de la naturaleza? Son un testimonio contundente de la sabiduría y la fidelidad de nuestro Dios.
Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos;
Van entre los montes; Dan de beber a todas las bestias del campo;
Mitigan su sed los asnos monteses. A sus orillas habitan las aves de los cielos;
Cantan entre las ramas. El riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.
(Salmos 104:10-13)
Nosotros le llamamos a esto “las leyes de la naturaleza”, esa es una expresión que nosotros usamos simplemente para tratar de dar a entender como es que Dios opera, porque es Dios el que mantiene la naturaleza funcionando, él es el que envía la lluvia, si Dios no quiere mañana no sale el Sol, porque él es Dios. Y ya lo detuvo en Gabaon, el puede hacerlo otra vez. Pero es Dios, nuestro buen Dios quien esta cuidando la tierra, es Dios el que esta detrás de todos esos Siclos repetitivos.- así que si nosotros vemos la naturaleza, y no vemos a Dios, el mensaje que la naturaleza nos comunica es totalmente desalentador. Pero de repente introducimos a Dios en la ecuación, y todo cambia drásticamente, de repente todo tiene sentido.
Salomón nos dice en Eclesiastés 1:8 que “el ojo nunca se sacia de ver, ni el oído de oír” pero alguien dijo muy sabiamente, “el ojo no se satisface hasta que no ve la mano de Dios, y el oído no se satisface hasta que no escucha su voz” “mis ovejas oyen mi voz” dice el Señor en Juan 10:27, “yo las conozco y me siguen y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, nadie las arrebatara de mi mano, yo soy el pan de vida, el que a mi viene nunca tendrá hambre y el que en mi cree, no tendrá sed jamás” ustedes se dan cuenta del contraste tan marcado que hay entre Eclesiastés y el Evangelio.
Vanidad de vanidades, todo es vanidad, por el otro lado, “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:1. Salomón nos dice en Eclesiastés 1:9 que no hay nada nuevo debajo del sol, y luego pregunta en el ver 10, ¿hay algo de lo que puede decir he aquí esto es nuevo?. La respuesta es “si lo hay”, siempre y cuando contemplemos a Dios en el centro de todo, ese es el punto.
Hay un nuevo pacto en la sangre del Señor Jesucristo Lucas 22:20 “un nuevo paco por medio del cual todos nuestros pecados son perdonados, un nuevo pacto donde Dios nos concede de pura gracia el don de la vida eterna”. Si hay algo nuevo. Dice en Ezequiel 36 que Dios promete darnos un nuevo corazón, para que podamos reverenciarle como es debido, para que podamos obedecer sus mandamientos, dice 2 Corintios:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
(2 Corintios 5:17)
Si Salomón, hay algo nuevo, Dios me hizo nuevo, Dios me transformo, Dios me liberto del pecado, “si alguno esta en Cristo nueva Criatura es las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas”.
Si Salomón, Hay algo nuevo, dice Efesios: y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
(Efesios 4:24)
Y por si todo esto fuera poco, dice en Apocalipsis: Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
(Apocalipsis 21:5)
Queridos hermanos, algún día todo será nuevo, esta creación que fue sujetada a vanidad, esta creación que fue sujetada producir lo que no sirve, será libertada de la esclavitud de la corrupción. Dice Romanos: porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
(Romanos 8:21)
En aquel día será eliminado por siempre todo vestigio del pecado en nosotros y en lo creado, ¿y saben que? Nunca mas, experimentaremos la frustración y el hastió que muchas veces experimentamos en este mundo caído, aun los cristianos. ¿O tú nunca te aburres? ¿Tú nunca te hastías? ¿Nunca te sientes frustrado? Déjame hacerte una pregunta ¿Cuál es la perspectiva con la que tú usualmente contemplas la vida? ¿Te colocas en la posición de aquellos que viven sin esperanza y sin Dios en el mundo? A veces yo escucho a los creyentes con tantas quejas, que uno se pregunta ¿Dónde esta Dios?, ¿Cuál es tu perspectiva de la vida? ¿Eres tú de aquellos que aun siendo cristiano, redimido por la sangre del cordero, contemplan la vida desde la perspectiva de aquellos que viven sin esperanza y sin Dios? ¿O te levantas por encima de lo que tus ojos ven debajo del sol? Para contemplar todas las cosas a través de la presencia omnipresente de Dios en el mundo.
No hay que ser un incrédulo para perder de vista a Dios, de hecho en la época de Salomón el ateismo no se conocía, eso era algo extraño, Salomón no esta diciendo que vamos a contemplar la vida desde el punto de vista del ateo, basta con que simplemente tu creas en Dios, pero no lo tomes en cuenta.
No hay que ser un incrédulo para perder de vista a Dios, sobre todo cuando las cosas no están saliendo como nosotros quisiéramos. Pero Dios sigue estando en su trono, dando un sentido y propósito a todas las cosas, para que al final de la historia, todas redunden para su gloria y para el bien de su pueblo.
Dios se va a salir con la suya, nadie puede frustrarle, él tiene un plan, y en ese plan nuestro bendito, glorioso, extraordinario, inefable, incomparable, inmutable señor y salvador Jesucristo, se llevara toda la gloria, y nosotros estaremos ahí para gozarnos con él.
Y si tu estas aquí sin Cristo, mi amigo, no intentes encontrar el significado y propósito de la vida en este mundo dentro de los limites de las cosas que este mundo ofrece, como dice Agustín de Hipona: “Dios nos hizo para él y nuestra alma solo encontrara descanso cuando lo encuentre en él” no hay alternativa, en tu corazón hay un hueco del tamaño de Dios, que solamente Dios puede llenar. Fuera de Cristo todo es absurdo, y lo que es mil veces peor, fuera de Cristo solo obtendrás de Dios condenación y juicio por causa de tu pecado.
Hay frases que en el mundo evangélico se repiten tanto, que se convierten en clichés, y nosotros dejamos de percibir la verdad que hay detrás de esas frases que se repiten una y otra vez. Recuerdan cuando estábamos predicando de Colosenses y decíamos que hay una formula matemática en Colosenses “Cristo + Nada = todo” -si yo no tuviera nada excepto a Cristo lo tendría todo como quiera-. Eso no es un cliché, eso es una gran verdad. Cristo es el todo en todos, es Cristo. El significado de la vida, el propósito de nuestra existencia, todo gira en torno a él, él es el centro. Es Cristo, es Cristo, es Cristo y nadie más. Dice la escritura que: “hay un solo Dios, y hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, él se introdujo en la historia humana, él vino y vivió debajo del sol, para morir por nuestros pecados, para reconciliarnos con Dios, y ahora ofrece en el evangelio perdón y vida eterna, a todo el que venga a él en arrepentimiento y fe.
No te vayas de este lugar, sin arreglar tus cuentas con Dios. A través de Cristo, porque su gracia sigue estando disponible para todo aquel que cree, él es un Dios de gracia, y él te ofrece hoy su gracia para que dejes de vivir una vida absurda que estas viviendo, y por primera vez en tu vida, comiences a vivir realmente. “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
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