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Filosofía para principiantes : Darwin y Freud, Pensadores influyentes


Por: Dr. R.C. Sproul



Nuestro énfasis principal ha sido dado a los filósofos cuyas ideas tuvieron un mayor impacto sobre la cultura occidental. Percibimos que muchos de estos filósofos también estuvieron empeñados en los estudios académicos de la ciencia y de la matemática. De Tales a Platón, Aristóteles, Rene Descartes, Immanuel Kant, y otros, se revelo la preocupación en común de la investigación filosófica con la teoría científica.

A pesar de que ni Charles Darwin ni Sigmund Freud fueron normalmente clasificados como filósofos, ambos publicaron teorías que tuvieron un efecto profundo sobre el pensamiento teórico occidental. La publicación de origen de las especies (1) de Darwin fue tan revolucionaria como la publicación de la revolución de las esferas celestiales de Copérnico.

Sin embargo, por mas revolucionario que haya sido el cambio de la geocentricidad por la eliocentricidad, el palidece en comparación con el impacto de las ideas de Darwin. Su nombre se volvió sinónimo de la palabra evolución, a pesar de que otras teorías de evolución hayan antecedido a su obra, y no existiendo aun una “teoría” monolítica de la evolución, sino diversas teorías, con varios matices. En otras palabras, la idea de la evolución evoluciono, y paso por numerosos cambios, pero el nombre de Darwin permanece central en este desarrollo.

Es natural que se espere el surgimiento de una ligación entre la ciencia natural y la historia. La historia no lidia solamente con las actividades del ser humano en el tiempo, sino también, con el contexto de estas actividades en la naturaleza. el concepto de origen del universo (cosmogonía), de la naturaleza (cosmología) y de la época en que vivimos, tiene un impacto muy grande sobre la antropología y sobre la teología. En estos dos campos la obra de Darwin causo la mayor crisis posible.

Darwin y la teología.

La cuestión del origen del ser humano se volvió motivo de fuertes emociones, de procesos en tribunales y, mas recientemente, tema de controversia sobre la enseñanza del creacionismo en escuelas publicas. Si la revolución copernicana ya había causado una división entre ciencia y religión, la revolución darwiniana amplio esta brecha, trasformándola en un abismo intraspasable.

Lo que esta en juego en la controversia, en un primer momento, es la dignidad del ser humano. Si, como algunos afirman, el ser humano no surgió por la inteligencia y acción divinas, sino por fuerzas impersonales de la naturaleza, la cuestión de la dignidad humana se vuelve apremiante. Ella esta ligada inseparablemente al pasado y al futuro del hombre, con su origen y su destino.

Como vimos en varias formas de nihilismo y existencialismo pesimista, la cuestión del origen es crítica. Cierto filosofo imagino que el ser humano es un germen adulto. Él salio por azar del lodo y apenas logro equilibrarse en el borde del diente de un engranaje de una gigantesca maquina cósmica destinada a la aniquilación. ¿si venimos realmente del abismo del no ser, y estamos siendo incesantemente empujados de nuevo a este abismo, que valor o dignidad tenemos? ¿si nuestro origen y destino no tienen sentido, como puede nuestra vida tener algún sentido ahora? Atribuir dignidad a tal accidente cósmico, que en la mejor de las hipótesis es animalezco, significa sucumbir a formas sentimentales de proyección de deseos y de ingenuidad filosófica. Esto fue entendido claramente por Friedrich Nietzsche, Jean Paúl Sartre y otros.

La evolución radical tiene, para algunos, como fin eliminar la amenaza de un juez supremo ante cuyo tribunal ellos tendrán que rendir cuentas de su vida y conducta. Si la teoría evolucionista radical es cierta, entonces no debemos temer a tal juez. Los gérmenes adultos no son moralmente imputables en ningún caso. El precio de esta sustracción de la responsabilidad, sin embargo, es la “pasión inútil” de Sartre. A fin de cuentas, si no somos responsables de nuestra vida, entonces nuestra vida, no vale ni puede valer nada.

En 1831, Charles Darwin, partió a un viaje alrededor del mundo, para hacer observaciones científicas y búsquedas empíricas. Llevo consigo un libro de Charles Lyell principles of geology,(2) una defensa lucida de la geología uniformitarianista. El uniformitarianismo argumenta enfáticamente contra las teorías de catástrofes, que levantaron la cuestión de la edad de la tierra. La geología uniformitarianista requiere que la tierra tenga millones de años para explicar los grades cambios en las rocas y el suelo, montañas que suben y descienden y así en adelante.

Darwin escribe con entusiasmo sobre el libro de Lyell y sobre la influencia sobre su pensamiento. Cuando estaba cerca de Taití, ya había viajado bastante tiempo, Darwin elaboro su teoría de los Atolones Coralinos. Él argumenta de manera convincente que, ya que los corales vivos precisan de la luz del sol y no pueden vivir a menos de 30 metros de profundidad, la formación de camadas de coral en un atolón tiene que llevar tiempo y no puede ser instantáneo, como por una catástrofe.

En 1859, Darwin publico su libro el origen de las especies, cuya composición había comenzado en 1839 y terminado básicamente en 1844. Llevo 15 años imprimirlo, probablemente por temor de la indignación que él podría provocar. En el libro él teoriza que todos los organismos vivos en la tierra descienden de una única forma primordial. De esta fuente única todos los tipos de vida evolucionaron y continúan evolucionando. Esta es la esencia de la macro evolución. Esta difiere de la micro evolución, que restringe la evolución a cambios y adaptaciones dentro del mismo grupo.

Las principales premisas de Darwin

Timothy Ferris, en Coming of age in the milky way, resume las tres principales premisas de la teoría de Darwin:

Primera premisa: cada miembro de dada especie es diferente. La singularidad del individuo es ciertamente afirmada hoy en día para la especie homo sapiens. En los tiempos modernos, las diferencias individuales están ligadas al código genético. Para probar la identidad de un individuo, la patología forense ahora prefiere pruebas de ADN en vez de técnicas de impresiones digitales.

En la Inglaterra del siglo XIX se desarrollo un gran interés por el cruce de animales y por la búsqueda de plantas hibridas. El suegro de Darwin era un criador de animales que se interesaba en como las características de un individuo eran transmitidas a la próxima generación. El abuelo de Darwin, Erasmus Darwin, escribió un libro llamado Zoonomía (las leyes de la vida orgánica)(3), en el que argumenta que toda vida puede haber evolucionado de un ancestro común.

Segunda premisa: todas las criaturas vivas tienden a producir más descendientes del que el ambiente puede soportar. Esto lleva a algunas personas a ver en la naturaleza (o en Dios) cierto desperdicio o crudeza. Solo un pequeño porcentaje de jóvenes insectos, animales, peces, etc viven el tiempo suficiente para reproducirse. Incluso en la reproducción humana, a pesar de que el ovulo de la hembra sea fertilizado por apenas un espermatozoide, una eyaculacion masculina puede contener millones de ellos. ¿Por qué tanto desperdicio? (una forma mas optimista de ver este cuadro en términos, no de desperdicio, sino de seguridad. Si 999999 espermatozoides son “desperdiciados” para garantizar la fertilización de un ovulo, esto indica una señal muy fuerte para la supervivencia y preservación de la especie.) Esto lleva a Darwin a su tercera premisa, que implica el proceso de “selección natural”.

Tercera premisa: las diferencias entre individuos, aliadas a las presiones ambientales, afectan la probabilidad de que cierto individuo sobreviva el tiempo suficiente para traspasar sus trazos genéticos.

Un ejemplo son las mariposas de los abedules cerca de Manchester, en Inglaterra. En la primera mitad del siglo XVIII todas las mariposas recogidas en la región eran de color blanco. En 1849 fue encontrada una mariposa negra. En 1880, las mariposas negras eran mayoría. ¿Por qué? ¿Qué ocasiono el cambio en las mariposas? Darwin no procuro algún punto débil o fuerte inherente en las mariposas, sino cambio en los procesos ambientales. En Manchester, la revolución industrial presento una fuerza externa que altero el ambiente de las mariposas. El Hollín de las fábricas oscureció los troncos de los árboles, privando a las mariposas de los beneficios del camuflaje y haciendo que ellas disminuyesen en número. Los árboles más oscuros, sin embargo, ofrecían un camuflaje especial a las pocas mariposas negras, haciéndolas proliferar. Cuando las leyes contra la polución fueron adoptadas, el hollín comenzó a desaparecer de los árboles y la población de mariposas claras volvió a predominar (4).

Darwin y la macro-evolución

A partir de estas premisas básicas, que tuvieron el beneficio de la corroboración empírica, una teoría mucho más compleja y amplia puede desarrollarse. Darwin concluyo que la selección natural, no solo promueve cambios dentro de cada especie, sino que también lleva al surgimiento de nuevas especies. La macro-evolución requiere que nuevas especies evolucionen de las ya existentes. Fue esto que provoco tanta controversia e hizo surgir la pesadilla de que el ser humano desciende de los animales inferiores.

Hay personas que defienden que la macro-evolución ya no puede ser llamada teoría o hipótesis, sino que debe ser considerada un hecho incuestionable. Esto refleja el celo casi religioso que acompaña a las teorías actuales, que rivalizan en intensidad con el celo religioso que se les opone.

Sin embargo, restan muchas cosas que la teoría evolucionista debe definir. El origen de las especies biológica, en un ultimo análisis, no es tanto una cuestión biológica cuanto histórica. El hecho de que los organismos en este mundo presenten cambios no es nada nuevo. Esto era evidente para Tales y verdadero para Heráclito. La cuestión de cómo el devenir se relaciona con el ser es tan antigua como la propia filosofía. Como y porque el devenir acontece ha sido una preocupación perenne de los filósofos.

Siempre oímos que nuestra compresión de la naturaleza de los organismos vivos prueba la macro-evolución. El argumento dice que el hecho de que todos los seres vivos estén compuestos de la misma sustancia básica que incluye aminoácidos, proteínas, etc; prueba que toda vida vino de la misma fuente. Sin embargo, concluir una fuente común de la premisa de la sustancia en común es un raciocinio que contiene una falacia. La sustancia común no exige una fuente común, así como la ocurrencia de una cosa tras otra no prueba que la primera causo la segunda (la falacia hoc post).

Las teorías evolucionistas, por regla general, presumen que todos los cambios envueltos en mutaciones, selección natural, etc. forman parte de un proceso ascendente en espiral. Tal “progreso” indica un objetivo o propósito. Pero esto implica la presuposición de una teleología o de un plan. Un plan sin un proyectista, así como un blanco sin que haya alguien que le apunte, levanta la cuestión de la inteligencia.

¿Por qué estas teorías de cambios no presumen que los cambios sean degenerativos o regresivos? ¿Por qué no considerar estos cambios simplemente sin significado? Examinando estas preguntas vemos que, en ultimo análisis, la evolución no es tanto una cuestión de biología como de filosofía.

Freud, cultura y religión

Otro pensador que, a pesar de no haber sido filósofo, ejerció una influencia muy grande sobre la cultura moderna es Sigmund Freud. Generalmente considerado el padre del Psicoanálisis, Freud nació en Austria en 1856. Obtuvo su grado de maestro en Viena en 1881. En 1885 estudio neurología en Paris con Jean Martin Charcot. Cuando los Nazis asumieron el poder Freud huyo a Inglaterra donde murió en 1939.

Freud se hizo conocido en el campo de la psicología, pero él también estaba muy interesado en la antropología. En 1913 escribió Tótem y tabú (5), en el que estudia el origen de la religión Totémica. Después de 1923, Freud se volvió más y mas al estudio de la cultura. Dos de sus obras mas importantes de este periodo son el futuro de una ilusión (1927) y Civilization and its tiscontents (1929) (6).

En su estudio de la cultura, la principal hipótesis de Freud es que cada individuo es un enemigo de la civilización. A pesar de que los individuos difícilmente pueden existir aislados de las otras personas, aun así ellos consideran un fardo pesado los sacrificios personales que hacen posibles la civilización y la vida en comunidad.

La civilización, dice Freud, es impuesta a la mayoría por una minoría que la controla o coacciona. La coerción es necesaria por causa de dos características humanas básicas: 1) el ser humano no gusta espontáneamente de trabajar, y 2) las emociones humanas casi siempre derrotan a la razón.

La cultura tiende a exaltar a sus lideres y considerar sus a sus propias costumbres como superiores a las de otras culturas. Dentro de cada cultura, las clases favorecidas gozan de una satisfacción narcisista por su posición social. Pero las clases oprimidas también están satisfechas, porque aun pueden mirar hacia abajo, a personas que están al margen y “debajo” de su cultura.

Tal vez el elemento mas fuerte de la cultura y de la civilización sea la religión, que contribuye a la interiorización de tabús culturales.

En este punto Freud intenta explicar el origen de la religión. Hacia final del siglo XIX y comienzos del siglo XX, el ateismo torno su atención a la pregunta incomoda: si Dios no existe, ¿Por qué el ser humano parece ser un homo religiosus, un ser religioso? Todas las sociedades que existen manifiestan elementos de religión. Una increíble tendencia hacia las creencias religiosas parece ser inherente a la raza humana.

La explicación más común para el fenómeno global de la religión es que ella tiene sus raíces en una profunda necesidad psicológica o proyección intencional. Recordemos la conclusión de Karl Marx, de que la burguesía usa la religión para controlar al proletariado. La religión es el opio con el que los trabajadores son drogados y amansados. El esclavo africano en América del norte era incentivado a cantar “Swing low, sweet chariot” (algo como “ven aquí, hermoso carruaje”). Le era prometido un paraíso lleno de alegrías en la otra vida, donde él seria libre y feliz, pero para obtener esta recompensa él debería ser dócil y obediente en esta vida.

Teorías semejantes fueron presentadas por Feuer Bach y Nietzsche, pero Freud fue quien mejor estudio la psicología del impulso religioso. Él concluyo que la principal tarea, la raison d´etre, de la civilización era protegernos y defendernos de la naturaleza. La naturaleza manifiesta elementos que parecen burlar el control del ser humano. Los terremotos despedazan y sepultan la vida y estructuras humanas. Inundaciones destruyen todo lo que hay en su camino y ahogan a las personas. Enfermedades terribles infligen sufrimiento y dolor. Y después, el gran enemigo, que Freud llama “el doloroso enigma de la muerte”, para el cual aun no se descubrió ningún remedio.

Para crear una defensa contra las fuerzas de la naturaleza, dice Freud, es preciso personalizarlas. Los poderes impersonales son remotos; no es posible llegar a ellos con seguridad. ¿Cómo convencer a un huracán para que deje de soplar? ¿Quién puede negociar con el cáncer? ¿Cómo podemos apelar a un terremoto o discutir con una inundación?

Tenemos experiencia para lidiar con personas que nos amenazan. Con ellas tenemos varias opciones: ser servil y someterse a su autoridad; hacer amistad con ellas y masajearles el ego adulándolas con elogios; apelar a su compasión, implorando misericordia; o caerles bien ofreciéndoles presentes caros o sobornos.

Así, el primer paso para escapar de las amenazas de la naturaleza es humanizar y personalizar la naturaleza. Si atribuimos sentimientos a los elementos, sentimientos como los nuestros, podemos defendernos de ellos de manera eficiente.

El segundo paso es sacralizar la naturaleza. Los poderes personalizados de la naturaleza se vuelven objetos de la devoción religiosa. En términos de evolución, el proceso se mueve de lo simple a lo complejo. Como los organismos, la religión comienza simple y avanza a formas más complejas.

En el siglo XIX, muchos estudiosos pensaban que la religión avanza del animismo hacia el politeísmo (en el cual hay muchos dioses), después al henoteísmo (en el cual hay muchos dioses, pero uno es supremo) y para el monoteísmo (en el cual hay solamente un dios). Para Freud el animismo constituyo la primera etapa del desarrollo religioso. Es la forma más simple y rudimentaria de religión. Los animistas toman objetos inanimados como piedras, árboles, totens, tempestades, y les confieren espíritus vivos que habitan en ellos, “animándolos o dándoles vida”. Las pesquisas recientes de estas tribus primitivas que aun practican el animismo indican que los espíritus que se cree, habitan estos objetos, son casi siempre malignos y casi nunca benignos. Estos malos espíritus precisan ser apaciguados para evitar que hagan el mal.

La religión, al final, se desarrollo hasta llegar al monoteísmo complejo que afirma una Providencia benevolente. Con esta Providencia cariñosa tenemos una relación filial. Dios ahora es una sola persona, que llamamos Padre, y en relación a quien tenemos un sentimiento infantil de intimidad y dependencia.

La religión, dice Freud, tiene una tarea triple: 1)exorcizar los terrores de la naturaleza; 2)reconciliarnos con la crueldad del destino; y 3)compensarnos por los sufrimientos y privaciones que la civilización nos impuso.

Una de las mayores privaciones impuestas por la civilización, de acuerdo con Freud, es la perdida de la expresión sexual libre. La sociedad impone costumbres y leyes que funcionan como tabus. En consecuencia de esto, la vida erótica del ser humano es mutilada radicalmente. El individuo sexualmente maduro debe restringirse en relación al sexo opuesto. Las satisfacciones extra genitales son consideradas perversiones, y son prohibidas. La civilización requiere un tipo único de vida sexual, ignorando las diferencias y privando a muchas personas del placer sexual. La insistencia de la civilización en el sexo monogámico es sancionada por la religión, lo que exacerba el sentimiento de alineación del individuo. Todo esto, dice Freud, se vuelve causa de serias injusticias.

En resumen, freud convoco y predijo la revolución sexual, que el no llego a testimoniar.

Freud y la culpa

También contribuyo para el desarrollo de la religión la culpa ligada a la imagen de Dios como padre. En Tótem y tabú y Civilization and its discontents, Freud presenta la hipótesis de una lucha tribal primitiva entre el patriarca y sus hijos jóvenes. La lucha culmina en la muerte del padre a mano de sus hijos, este acto deja a los hijos con la conciencia atormentada, que solo puede ser aliviada con la divinización de la imagen del padre y su adoración. El miedo de la naturaleza, unido a la culpa en relación al padre, forma para Freud, la base doble para la creencia y practica religiosa.

La tesis básica de Freud es que el ser humano invento la religión a partir del miedo a la naturaleza. para disminuir este miedo, él personaliza la naturaleza. Después la sacraliza, pero ella nunca se vuelve personalmente santa. De acuerdo con la Biblia, existe algo aun más amenazador, mas traumático, para la psiquis humana que las fuerzas impersonales de la naturaleza. Si la naturaleza no es personal ni santa, debemos temer solo a su poder. Pero, si Dios es personal y santo, tenemos que temer no solo a su poder, sino también a su juicio.

En términos bíblicos, el objetivo fundamental de la religión es la salvación, la liberación de la ira de Dios. Nosotros somos salvos, no de un terremoto, ni de una tempestad, sino de Dios. Él es la realidad más amenazadora que enfrentamos, porque él es santo y nosotros no. (Si inventamos a Dios solamente para apartar la amenaza de la naturaleza, ¿Por qué inventar a alguien infinitamente más amenazador que la propia naturaleza?).

Marcos registra un episodio en el que Jesús estaba con sus discípulos en un barco en el lago de galilea (Mc 4.35-41). Se levanto un viento terrible, que levantaba olas monstruosas contra el barco, amenazando con hundirlo, los discípulos estaban con miedo, pero Jesús dormía profundamente, en la parte de atrás del barco. Los discípulos, entonces, lo despertaron y le dijeron: “¡¿no te importa que perezcamos?!”.

Jesús se levanto y grito al viento y al mar: “¡cállate, enmudece!” en el mismo instante, el viento ceso su furor. No resto ni una brisa, y la superficie del lago se volvió liza como un espejo.

¿Cómo reaccionaron los discípulos? Ellos se llenaron de temor. El miedo aumento, volviéndose mucho mas intenso que antes. Quien los aterroriza ahora es Jesús. Ellos exclamaron: “¿Qué hombre es este?” (Mc 4.41). Están con xenofobia, miedo al extranjero o extraño. Nada les es mas extraño que alguien que puede dar ordenes al mar y al viento. Ellos están en la presencia del supremo extranjero, el trascendente, el Santo de Israel, de quien huyen las personas y los demonios en el momento que lo reconocen.

La culpa hace que las personas huyan. La teoría de Freud es un gran intento de escapar de su propia culpa. Él comprendió que, para escapar de la culpa, primero debe escapar de Dios. Así, vemos que buena parte del pensamiento moderno es un intento de huir de aquel de quien es imposible huir.

Notas

1. Charles DARWIN, The Origin of species. New York, Oxford University Press, 1998.

2. Charles LYELL, Principles of Geology, 3 vols. (1832). Reimpreso por Cramer, New York, 1970.

3. Erasmus DARWIN, Zoonomia, or the laws of organic life, 2 vols. Filadelfia, Dobson, 1797.

4. Timothy FERRIS, Coming of age in the milky way. New York, Morrow, 1988, p.236-238.

5. Sigmund FREUD, Totem and taboo. Scraton, Norton, 1990.

6. Sigmund FREUD, the future of an illusion. Scraton, Norton, 1989; civilization and its discontents. . Scraton, Norton, 1989.

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