Teología Sistemática: Dios
- Los pensadores
- 28 may 2020
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Por: Vincent Cheung
3. DIOS
Así como la infalibilidad de la Biblia es el fundamento epistemológico de la fe cristiana, la doctrina de Dios es el fundamento metafísico del cual otras doctrinas bíblicas dependen. Por tanto, el cristiano debe luchar para alcanzar un correcto entendimiento de Dios. Este capitulo trata de la existencia, atributos y obras divinas.
LA EXISTENCIA DE DIOS
La Biblia dice que el que viene a Dios debe creer que el existe (Hebreos 11:6). Es imposible para alguien que niegue la existencia de Dios desarrollar una relación con él o concientemente servirlo (17). Introduciré dos categorías de argumentos a favor de la existencia de Dios. Podemos llamar al primer tipo: argumentos teístas tradicionales o clásicos, en los cuales varios teólogos y filósofos se han apoyado para demostrar la existencia de él. Los del segundo tipo consisten de argumentos derivados de la propia escritura, y así podemos llamarlos argumentos bíblicos.
EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO aboga la idea de Dios por la necesidad de su existencia. Él es por definición, el ser del que mas allá nada mayor puede ser concebido, y visto que el ser del que mas allá nada mayor puede ser concebido no puede dejar de tener la propia propiedad de ser, la existencia de Dios es forzosamente necesaria.
Sucesor de Lanfranc, Anselmo (1033-1109) se torno Arzobispo de Canterbury en 1093. Su Cur Deus Homo y otras obras ejercieron profunda influencia en el desarrollo de la teología cristiana. Entre tanto, tal vez el sea mas famoso por su argumento ontológico como es articulado en su Proslogion.(18) El texto que sigue lo reproduce parcialmente:
Creemos entonces que tú eres algo del que mas allá nada mayor puede ser imaginado. ¿O puede ser que algo de tal naturaleza no exista, visto que “dice el necio en su corazón: no hay Dios”? mas ciertamente cuando ese mismo necio oye al respecto de lo que estoy hablando, a saber, “algo –mas allá-de lo que-nada-mayor-puede-ser-imaginado”, él comprende lo que oye, y lo que entiende esta en su mente, aunque el no comprenda que en verdad eso existe…
Aun el necio, entonces, es obligado a concordar que algo –mas allá-de lo que-nada-mayor-puede-ser-imaginado existe en la mente, visto que el entiende eso cuando lo oye, y todo lo que es comprendido esta en la mente. Y ciertamente aquello –más allá-de lo que-nada-mayor-puede-ser-imaginado no puede existir solo en la mente. Pues si existiese apenas en la mente, no podría imaginarse que exista también en la realidad, la cual es mayor.
Si entonces aquello –más allá-de lo que-nada-mayor-puede-ser-imaginado existe apenas en la mente, ese mismo aquello –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado es aquello-mas allá-del-cual-algo mayor-puede-ser-imaginado. Más tal es obviamente imposible. Por tanto no hay absolutamente ninguna duda de que aquello –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado existe tanto en la mente cuanto en la realidad.
Y ciertamente ese ser tan verdaderamente existe que no se puede imaginar que no haya él. Pues no hay como pensar en algo que puede ser imaginado como existente y que no exista. Luego, si se puede pensar aquello –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado no exista, entonces aquello –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado no es lo mismo que aquello-mas allá-del cual-algo-mayor-pueda-ser-imaginado, lo que es absurdo. Algo –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado verdaderamente existe, entonces, visto que ni siquiera se puede pensar que no exista.
Y Tú, Señor nuestro Dios, eres ese ser. Es tan verdadero que Tú existes, Señor mi Dios, que no se puede ni si quiera pensar lo contrario… en verdad, todo lo demás, excepto Tu solamente, puede ser imaginado como no teniendo existencia. Tú solamente, entonces, tienes la existencia más verdadera de entre todas las cosas y, por tanto posees la existencia en el grado máximo; pues todo lo demás no existe tan verdaderamente, y así existe en grado menor. ¿Por qué entonces “dice el necio en su corazón: no hay Dios”, cuando es tan evidente a cualquier mente racional que Tu, en relación a las otras cosas, eres lo que existe en máximo grado? ¿Por qué, de hecho, a menos por ser él estupido y malo?
… ninguno, de hecho, comprendiendo lo que Dios es puede pensar que él no exista, aun si puede decir tales palabras en su corazón, sea sin un significado o con algún significado particular. Pues Dios es aquello –más allá-del cual-nada -mayor-puede -ser-imaginado. Todos los que realmente comprenden eso entienden claramente que ese mismo ser es de tal existencia que no se puede imaginar que no exista. Así, todos los que comprenden que Él existe de una tal manera no puede imaginarlo como no existente (19).
La primera reacción de muchos es objetar que solo porque un ser puede ser concebido en la mente o existiere en ella no significa que deba también existir en la realidad. Se puede concebir un auto perfecto, mas eso no quiere decir que no haya otro fuera de su mente. Un caballo volador es concebible, mas eso nada nos dice en cuanto a su existencia realmente.
Una objeción así trae una incomprensión del argumento ontológico, el cual no afirma que todo lo que es concebible también tenga existencia real, más que Dios no puede ser concebido sino como alguien que exista; de otro modo, lo que es concebido no puede ser Dios. Si una persona concibe en su mente un ser mas allá del cual nada mayor puede ser concebido que no exista, entonces en verdad el no esta pensando en un ser mas allá del cual nada mayor pude ser concebido. Visto que el argumento se refiere a un ser más allá del cual nada mayor puede ser concebido, y no apenas a cualquier objeto concebible por la mente la objeción es irrelevante.
Hay ambigüedad concerniente a lo que quiere decir que algo existe “en la realidad”. Podemos concordar en que lo que existe en la mente no necesariamente existe en el mundo físico, mas eso es nuevamente irrelevante para el argumento, pues dios es incorpóreo; el no es un ser físico. Al afirmar que una vez que la idea de Dios esta presente en la mente, el también debe ser comprendido como existente, no decimos que tiene que ser entendido como materia física.
Y así el concepto mismo de existencia acarrea un problema. En cierto sentido, se pude decir que cualquier cosa existe-aun unicornios, sueños, y ecuaciones matemáticas, aunque no como objetos físicos. Entre tanto, los unicornios no crearon el universo, los sueños no predestinaron a unos hombres a salvación y a otros para perdición, y las ecuaciones matemáticas no se hicieron carne humana para morir por rescate de muchos.
Algunos teólogos y filósofos sugieren que, tal vez, no debiésemos estar preguntando: “ ¿Dios existe?” antes, una cuestión mas inteligible es: “¿Qué es Dios?” aun Zeus “existe”, mas apenas en la mitología. El Dios cristiano no es un objeto físico, por eso, no es semejante a sueños, ecuaciones, o Zeus. Antes, es el creador y el regente del universo, que decreta nuestra historia y decide nuestro destino, y que merece y exige nuestro culto. No es un problema decir que Dios existe en cuanto esto represente una afirmación de todo lo que la Biblia dice sobre él, y no que él sea un objeto físico y de carácter mitológico.
EL ARGUMENTO COSMOLÓGICO raciocina de los efectos contingentes para la existencia de la causa primera, o del Dios creador. El argumento puede comenzar en la autoconciencia o en la existencia del universo físico (20).Todo lo que tiene un inicio-todo lo que viene a ser- es un efecto, y, siendo así, debe tener una causa. El universo debe entonces tener una causa si tuvo un inicio. El universo de hecho tiene un inicio, y, por tanto, debe tener una causa. Una regresión infinita de causas es imposible; luego, debe haber una causa primera que no tuvo comienzo alguno, más que es necesaria y eterna. Tal ser es reconocido como Dios. Discutiremos ahora las premisas.
Comenzamos afirmando la autoconciencia o la existencia del universo. Es refutarse a si mismo dudar de la propia existencia, visto que se debe existir primero antes que se pueda negar su propia auto-existencia. Quien no existe no puede afirmar la proposición “no existo”. También, una persona que niegue su propia existencia se retira del debate, luego no ofrece ninguna amenaza al argumento cosmológico. Una vez que establecemos la proposición “yo existo” o “el universo existe”, se puede iniciar el argumento.
Seres y eventos contingentes no-causados son imposibles, visto que no hay cosa alguna que pueda salir de la nada. Visto que nada no es alguna cosa, esta no puede producir nada. Solamente un ser que no tenga inicio alguno puede ser no-causado. Ni siquiera es posible que haya seres y eventos no causados. Una causa debe anteceder a un efecto-al menos lógicamente, no cronológicamente. Así, la causa existe antes de su efecto. Si un ser o evento ya existe, entonces él no causa su propia existencia, visto que ya existe. Ese ser o evento debe entonces, o ser no-causado, o producido por una causa anterior.
Aunque una progresión infinita de causas sea posible, una regresión infinita no lo es. Una progresión infinita puede ocurrir si la causa continua llevando nuevos efectos, y es lógicamente posible que tal proceso jamás termine. Entre tanto, si tenemos que presuponer una regresión infinita de causas, entonces es imposible para nosotros alcanzar el presente, visto que no es posible viajar a través de un infinito real.
Así como es imposible alcanzar el fin de una progresión infinita, nuestro presente es un “fin” cuando es visto desde el pasado. Cualquier momento en particular es un “fin” o punto de parada cuando es visto desde el pasado, de modo que si el pasado es infinito, nunca habríamos alcanzado el presente; de otro modo, el pasado no seria infinito, sino finito.
Por ejemplo, si alguien fuese a comenzar a contar el Lunes a la media noche y decidiese que debe detenerse el Viernes, él alcanzaría el punto de parada cuando llegase el tiempo. Mas si hay tiempo infinito entre su punto de comienzo y de parada, entonces él nunca alcanzaría a este ultimo. De la misma manera si un hombre corre en dirección a una línea de llegada-un “final” análogo a nuestro presente- él nunca lo alcanzaría si hubiese una distancia infinita entre los puntos inicial y de parada; de otro modo, la distancia entre los dos puntos no seria infinita, sino finita.
Luego, una regresión infinita de causas pasadas para el universo es imposible, visto que, si el pasado es infinito, nunca habríamos alcanzado el presente; de otra forma, el pasado no seria infinito, sino finito. Por otro lado, si el universo tiene un punto inicial en el pasado finito, entonces seria posible llegar al presente. Por eso, si el universo tiene un punto de partida, entonces debe haber una causa. Algunos contestan: “¿Por qué esa causa tiene que ser Dios?” esa es una objeción tonta, visto que Dios es apenas el nombre o titulo de la primera causa. El argumento muestra que debe haber un creador que hizo el universo.
Tomas de Aquino (1224-1274) es mas bien conocido por sus “cinco vías” demostración de la existencia de Dios (21). Reproduciremos aquí solamente la segunda y la tercera de su Summa Theologica :
La segunda vía es la de la naturaleza de la causa eficiente. En el mundo de los sentidos descubrimos que hay un orden de causas eficientes. No hay ningún caso conocido (ni es él, de hecho, posible) en el que una cosa fue hallada siendo la causa eficiente de si misma, pues así seria ella anterior a si misma, lo que es imposible. Ahora, en causas eficientes no es posible proseguir hasta el infinito, porque en todas las causas eficientes siguiéndose en orden, la primera es la causa de la causa intermediaria, y la intermediaria es la causa de la última causa, sean varias las causas intermediarias, o apenas una. Ahora, quitar la causa es quitar el efecto. Por consiguiente, si no hay primera causa entre las causas eficientes, no habrá ninguna ultima, ni cualquier causa intermediaria. Mas si en causas eficientes es posible proseguir al infinito no habrá ninguna primera causa eficiente, ni un efecto final, ni causas eficientes intermediarias; todo eso es claramente falso. Por tanto, es necesaria admitir una causa primera eficiente, a la cual todos dan el nombre de Dios.
La tercera vía es tomada de la posibilidad y necesidad, y se da así. Encontramos en la naturaleza cosas que son posibles que sean y que no sean, visto que son halladas para ser generadas, y corromperse, y consecuentemente, pueden ser o no ser. Mas es imposible para las tales existir siempre, pues aquello que es posible no ser en algún tiempo no es. Luego, si todo es capaz de no ser, entonces en algún tiempo no podría haber nada existiendo. Ahora, si tal fuese verdad, ahora mismo no habría nada en existencia, porque aquello que no existe solamente comienza a existir por alguna cosa ya existente. Por consiguiente, si en algún tiempo nada estuvo en existencia, habría sido imposible para alguna cosa haber comenzado a existir; y, de ese modo, precisamente ahora nada estaría en existencia-lo que es absurdo. Por tanto, todos los seres no son meramente posibles, mas debe haber alguna cosa para la cual la existencia sea necesaria. Por eso, toda cosa necesaria o tiene su necesidad causada por alguna otra, o no. Ahora, es imposible proseguir infinitamente en cosas necesarias que tienen su necesidad causada por otra, como ya fue probado con respecto a las causas eficientes. Luego, no podemos sino postular la existencia de algún ser teniendo de si mismo su propia necesidad, y no recibiéndola de otro, mas antes causando en otros sus necesidades. Todos los hombres hablan de eso como siendo Dios (22).
Algunos intentaron recientemente defender un universo no causado u eterno basado en la teoría quántica, mas tales argumentos, cuanto mucho, solo empujan la cuestión un paso atrás, de modo que la existencia del universo aun requiere un explicación, o una causa. Ninguno de ellos prueba que el universo es no causado u eterno, o que alguna cosa puede salir de la nada. Mas allá de eso, hay fuertes discordancias entre los cientistas en cuanto a las implicaciones de la teoría quántica, y argumento de ese tiempo frecuentemente hacen un mal uso de las especulaciones científicas.
Si la causa inmediata del universo mismo requiere una causa, entonces aun no llegamos a la primera causa. Debe haber una causa para explicar toda causa que es también un efecto, mas regresar infinitamente es imposible, así debe haber una causa primera no causada que sea eterna, que halla existido siempre, y que creo el tiempo por si misma. Visto que ningún efecto puede ser no causado, esa primera causa no tiene comienzo alguno y de ese modo no es un efecto.
Tal argumento es invulnerable a la provocación: “si todo tiene una causa, entonces Dios también debe tener una causa”. Es típica objeción trae una falta de atención, visto que el argumento declara solamente que todo efecto, o todo lo que viene a ser, debe tener una causa. Mas el argumento demuestra que Dios no es un efecto, mas es la primera causa no causada.
Notas:
(17) Visto que Dios controla cada detalle de su creación, aun a aquellos que niegan su existencia piensan y actúan solamente como Dios quiere, y en ese sentido ellos “sirven” a los propósitos de él. Entre tanto, tales individuos no se aperciben de que están bajo el control divino, y así se ven a si mismos como autónomos. Sus pensamientos y acciones, todos decretados por Dios, llevan a la perdición, no a la salvación.
(18) Alvin Plantinga es un proponente reciente de una versión del argumento ontológico.
(19)Anselm of Canterbury: The Major Works (Oxford World`s classics); Oxford University press, 1998; p.87-89. Las divisiones de párrafos y de puntuación fueron modificadas por cuestión de legibilidad.
(20) Comenzar por la autoconciencia es comenzar con la proposición, “yo existo”.
(21) Proponentes modernos de los argumentos cosmológicos incluyen a Norman Geisler y William Lane Craig.
(22) Tomas de Aquino, Summa Theologica; P. 1, Q.2, A.3. Traducción original hecha por los países de la Provincia Dominicana Inglesa.
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