Teología Sistemática: LA SUPREMACÍA DE CRISTO
- Los pensadores
- 18 jul 2020
- 30 Min. de lectura
Por: Vincent Cheung
Pablo escribe que después de que Cristo sufrió un tiempo de gran humillación, Dios lo exalto a la más alta posición:
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza[f] Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza[g] de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
(Filipenses 2:5-11)
Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo,[e] y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. Ésta, que es su cuerpo, es la plenitud de aquel que lo llena todo por completo.
(Efesios 1:18-23)
Así, la Biblia enseña que Cristo está en un estado de exaltación bajo el Padre, inigualable por nadie mas:
pues Dios «ha sometido todo a su dominio».[r] Al decir que «todo» ha quedado sometido a su dominio, es claro que no se incluye a Dios mismo, quien todo lo sometió a Cristo. Y cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le sometió todo, para que Dios sea todo en todos.
(1 Corintios 15:27-28)
Romanos 14:9 dice: “Cristo murió y volvió a vivir, para ser señor de vivos y de muertos”. Una confesión cristiana primitiva era: “Jesús es el Señor” (Romanos 10:9; 1 Corintios 12:3), y el mismo Jesús dijo a sus discípulos en Mateo 28:18: “me fue dada toda autoridad en los cielos y en la tierra”.
La supremacía de Cristo ilustrada por los pasajes bíblicos asume la suficiencia de Cristo. Pablo dice en Colosenses 1:18 que en todo Cristo tiene “la supremacía”, luego de que él adiciona: “pues fue del agrado de Dios que en él habitase toda la plenitud” (V.19). Esta “plenitud” incluye “todas las bendiciones espirituales” (Efesios 1:3) y “todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento” (Colosenses 2:3). No hay mancha o carencia alguna en él: “pues en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y por estar en él que es el cabeza de todo poder y autoridad, ustedes recibieron la plenitud” (Colosenses 2:9-10).
La suficiencia de Cristo significa que mediante él tenemos “todo lo que necesitamos para la vida y para la piedad” (2 Pedro 1:3) y que no hay necesidad de procurar otras fuentes de poder y orientación espirituales mas allá de las que están disponibles a través de él. Todavía, muchos cristianos profesos en nuestros días están procurando ayuda a través de fuentes ilegitimas, mientras que las soluciones para sus problemas están disponibles inmediatamente a través de la oración en el nombre de Jesús y del conocimiento de la escritura.
Muchas personas que alegan ser cristianas, sin embargo, están metidas con prácticas ocultas tales como astrología, horóscopo, necromancia, y todas las variedades de adivinación. Pero, estas cosas son prohibidas por Dios.
»No coman nada que tenga sangre. »No practiquen la adivinación ni los sortilegios.
(Levítico 19:26)
»No acudan a la nigromancia, ni busquen a los espiritistas, porque se harán impuros por causa de ellos. Yo soy el Señor su Dios.
(Levítico 19:31)
»También me pondré en contra de quien acuda a la nigromancia y a los espiritistas, y por seguirlos se prostituya. Lo eliminaré de su pueblo.
(Levítico 20:6)
»Cualquiera de ustedes, hombre o mujer, que sea nigromante o espiritista, será condenado a muerte. Morirá apedreado, y será responsable de su propia muerte.»
(Levítico 20:27)
Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones.
(Deuteronomio 18:10-12)
Saúl murió por haberse rebelado contra el Señor, pues en vez de consultarlo, desobedeció su palabra y buscó el consejo de una adivina. Por eso el Señor le quitó la vida y entregó el reino a David hijo de Isaí.
(1 Crónicas 10:13-14)
En el día del juicio, ningún astrólogo o médium podrá salvar a sus seguidores del infierno, y ciertamente ellos mismos serán condenados:
»Persiste, entonces, con tus encantamientos y con tus muchas hechicerías, en las que te has ejercitado desde la niñez. Tal vez tengas éxito, tal vez puedas provocar terror. ¡Los muchos consejos te han fatigado! Que se presenten tus astrólogos, los que observan las estrellas, los que hacen predicciones mes a mes, ¡que te salven de lo que viene sobre ti! ¡Míralos! Son como la paja, y el fuego los consumirá. Ni a sí mismos pueden salvarse del poder de las llamas. Aquí no hay brasas para calentarse, ni fuego para sentarse ante él. Eso son para ti los hechiceros con quienes te has ejercitado, y con los que has negociado desde tu juventud. Cada uno sigue en su error; no habrá quien pueda salvarte.
(Isaías 47:12-15)
Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Gálatas 5:19-21)
Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte.»
(Apocalipsis 21:8)
Alguien que procura asistencia o consejo espiritual fuera de aquellas fuentes aprobadas por la escritura se vuelve una prostituta espiritual, y comete adulterio contra Dios. La Biblia reserva algunos de los términos más fuertes en la condenación a tales personas. Los cristianos no tienen porque envolverse con actividades espirituales extra-bíblicas, y aquellos que participan de ellas tornan cuestionable su profesión de fe.
Isaías 8:19 dice: “cuando les digan: consulten a los nigromantes y a los adivinos, que musitan y murmuran, acaso, ¿no consultara el pueblo a su Dios? ¿a favor de los vivos se consultara a los muertos?”. Los cristianos por definición confían toda su vida a Dios y, por tanto, el propósito de obtener orientación es ante todo, para conformarlas a la voluntad de él. ¿Por qué, entonces, deberían consultar a los representantes de Satanás acerca de cómo ordenar sus vidas en conformidad a la voluntad de Dios?
Los cristianos deben obtener orientación solamente de las fuentes aprobadas por las escrituras. Naturalmente, alguien puede buscar conocimiento a partir de los líderes sabios de la iglesia, pero incluso la autoridad y dirección de ellos son legítimas solamente hasta el punto en que se deriven de la escritura. Así, en este sentido real, la escritura sola es suficiente.
Las personas cometen adulterio espiritual no porque examinan la revelación verbal de Dios y la encuentran inadecuada; sino porque, nunca se esfuerzan para ganar la sabiduría divina sobre el asunto en cuestión estudiando la escritura. Cristo es indubitablemente suficiente para todo en la vida, pero el apóstol Pedro explica que es obteniendo conocimiento sobre las cosas de Dios que podemos andar en las provisiones que él nos ha dado:
Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor.
Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.[a]
(2 Pedro 1:2-3)
Este es el porqué el estudio de la teología es la actividad humana mas importante. Con todo, por causa del prejuicio y de la impiedad, muchas personas prefieren gastar el tiempo consultando fuentes que son prohibidas por Dios. Involucrarse con prácticas ocultas es una razón adecuada para la excomunión; la negligencia en la disciplina de la iglesia solo permite que tales abominaciones aumenten y se diseminen.
La suficiencia de Cristo consecuentemente, implica la exclusividad de Cristo. Esto significa que Cristo es el único camino para salvación, y que el cristianismo es la única religión o cosmovisión verdadera:
El Señor será rey de toda la tierra. En aquel día habrá un solo Señor y su nombre será el único nombre (Zacarías 14:9).
El que en él cree no es condenado, mas quien no cree ya esta condenado, por no creer en el nombre del hijo unigénito de Dios (Juan 3:18).
Respondió Jesús: “yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, a no ser por mi” (Juan 14:6).
No hay salvación en ningún otro, pues debajo del cielo no hay ningún otro nombre dado a los hombres por el cual debamos ser salvos (Hechos 4:12).
Pues hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: El hombre Cristo Jesús (1 Timoteo 2: 5).
Quien tiene al hijo, tiene la vida; quien no tiene al hijo de Dios, no tiene la vida (1 Juan 5:12).
Todos los otros líderes espirituales son indignos de adoración, y aquellos que aceptan o exigen adoración son mentirosos y fraudulentos. Todas las religiones y cosmovisiones no cristianas son falsas, incluyendo aquellas que retiene el nombre de Cristianismo sin sustentar la ortodoxia bíblica; todas ellas llevan a la condenación eterna y al castigo sin fin en el infierno.
Jesús se llamo a si mismo “el camino” –no hay muchos caminos hacia Dios. Él se autodenomina “la verdad” –la verdad no es relativa o mutable. Hay solamente un ser eterno que es la verdad, y los escritores del Nuevo Testamento identifican a Cristo como este logos , o el eterno e inmutable principio de razón y orden en el universo (Juan 1:1 ; colosenses 1:17; Hebreos 1.1-3, 13:8). Por consiguiente, Jesús se llama a si mismo “la vida” – todas las otras opciones llevan a la muerte y al tormento eterno. Nadie puede rechazar a Jesucristo y al mismo tiempo encontrar a Dios y la vida; fuera de él solo hay desesperación muerte y condenación.
Jesús dice en Mateo 12:30: “aquel que no esta conmigo, esta contra mi; y aquel que conmigo no recoge, desparrama”. Cualquier religión o cosmovisión que no afirme la ortodoxia bíblica total es anticristiana. Algunas religiones reivindican exaltar a Jesucristo, pero ellos lo admiran solamente como un ejemplo de moralidad o iluminación mística. Con todo, la fe bíblica demanda la afirmación y adoración del Cristo completo y no adulterado. Esto acarrea la creencia en su pre-existencia y deidad, nacimiento virginal, encarnación y humanidad, vida y ministerios terrenales, expiación a través del sufrimiento y muerte sustitutivos y su resurrección física.
El Cristo de la escritura es Dios manifiesto en carne humana, el es completamente Dios y completamente hombre. El apóstol Juan testifica: “aquel que es la palabra se hizo carne y vivió entre nosotros. Vimos su gloria, gloria como del unigénito venido del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). Él también nos da una advertencia en 1 Juan 4:2-3:
Ustedes pueden reconocer al Espíritu de Dios de este modo: todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne procede de Dios; pero todo espíritu que no confiesa a Jesús no procede de Dios. Este es el espíritu del anticristo; acerca del cual ustedes oyeron que esta viniendo, y ahora ya está en el mundo.
El verdadero Cristo es el Jesús histórico de Nazaret. Pablo nos da un resumen del evangelio en 1 Corintios 15:1-8, colocando gran énfasis sobre la naturaleza historica de la obra de Cristo.
Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano. Porque ante todo[q] les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto. Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí.
(1 Corintios 15:1-8)
La fe en el Jesús histórico y en su obra es de “importancia primaria” (V.3). el Apóstol declara que es “por medio de este evangelio que ustedes son salvos”, y que debemos “apegarnos con firmeza” a él. El Cristo bíblico no es una figura mística o ideológica, sino la segunda persona del Dios Triuno manifestada en el tiempo y en el espacio. Su muerte, sepultura, resurrección y ascensión, fueron eventos históricos con significado espiritual, y no simbólicos o mitológicos. Pedro dice “de hecho, no seguimos fabulas ingeniosamente inventadas, cuando les hablamos al respecto del poder y de la venida de nuestro Señor Jesucristo; al contrario, nosotros fuimos testigos oculares de su majestad” (2 Pedro 1:16).
Hay varias religiones falsas en las cuales Cristo es presentado como poco menos que un símbolo ideológico u ejemplo moral. Cuanto mucho él es reconocido como un verdadero profeta, mas no como Dios hijo. Pero cualquier religión que no afirme la persona y obra de Cristo en el sentido bíblico e histórico es del anticristo. Un Cristo simbólico que no es nada más que una idea y privado de su obra redentora realizada en la historia no puede salvar a nadie. Un Cristo que no es completamente Dios y completamente hombre no es el Cristo bíblico de ninguna manera.
El verdadero cristianismo debe sustentar la supremacía y exclusividad de Cristo. Con todo, los fundadores de algunas religiones no cristianas se declaran a si mismo como los últimos profetas de parte de Dios; ellos declaran que sustituirán la autoridad de Cristo y que tienen la autoridad de adicionar algo a la revelación bíblica. Aunque algunos de estos que vinieron después de Cristo reivindiquen, cada uno de ellos, ser el profeta final, otros se levantaran y declararan a los anteriores como obsoletos, que ahora ellos son las voces autorizadas de Dios para la humanidad y los únicos verdaderamente iluminados.
El estudiante de apologética debe honrar a cristo examinando los errores y contradicciones dentro de estos falsos sistemas de pensamiento, y aniquilar totalmente sus pretensiones de verdad. Todas las religiones falsas, tales como el Islamismo, Mormonismo y Budismo, fácilmente son expuestas como tontas e incoherentes.
Ahora, Pablo dice lo siguiente:
Me esfuerzo para que ellos sean fortalecidos en su corazón, estén unidos en amor y alcancen toda la riqueza del pleno entendimiento, a fin de conocer plenamente el misterio de Dios, a saber, Cristo. En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento… pues fue del agrado de Dios que en él habitase toda la plenitud (Colosenses 2:2-3, 1:19).
En Cristo están “ocultos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” ciertamente, esto tiene que ser verdadero si Jesús es el Dios omnisciente. Cristo posee toda sabiduría y conocimiento y él “se volvió sabiduría de Dios para nosotros” (1 Corintios 1:30).
Ningún profeta anterior podia reivindicar haber poseído “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” o haber sido la encarnación de Dios. Como Hebreos 1:1-3
Hace mucho tiempo Dios hablo muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los Profetas, pero en estos últimos días nos hablo por medio del hijo, a quien constituyo heredero de todas las cosas y por medio de quien hizo el universo. El hijo es el resplandor de la gloria de Dios y la expresión exacta de su ser, sustentando todas las cosas por su palabra poderosa. Después de haber realizado la purificación de los pecados, él se sentó a la derecha de la majestad en las alturas.
Dios hablo a través de los profetas en el pasado, pero ahora él ha hablado atreves de su hijo, en quien están “ocultos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Él es también aquel que creo y aun ahora sustenta el universo. Por tanto, el Cristo bíblico tiene conocimiento exhaustivo de todas las cosas.
Si toda sabiduría y conocimiento están en Cristo, entonces, a diferencia de los profetas que vinieron antes que él, él fue la revelación completa y final de Dios para la humanidad. Visto que era la expresión completa de Dios (Hebreos 1:3), no hay nada mas que alguien después de él pueda revelar que ya no este en Cristo. Tanto los profetas antes de Cristo y los apóstoles después le proclamaron como la revelación completa de Dios y ningún escritor bíblico reivindico suplantarlo. Visto que él es la expresión completa de Dios, no hay nadie por encima de él que pueda por derecho pretender ser su equivalente o superior, ni que pueda ofrecer “revelaciones” que contradigan, actualicen o sustituyan la revelación cristiana en la escritura.
Es extraño que mucho de los profetas que alegan sustituir a Cristo, al mismo tiempo intenten honrarlo como un verdadero profeta de Dios. No obstante esta persona a quien reconocen haber venido de Dios también dice: “quien me ve, ve al padre” (Juan 14:9). Jesús era la revelación divina, perfecta y completa porque era el mismo Dios. ¿Cómo puede entonces alguna vez existir un mensajero o revelación mayor, más actual y relevante?
Si alguien admite que el cristianismo es verdadero, entonces también debe confesar que todas las otras religiones y cosmovisiones son falsas; de otra forma, él no estaría admitiendo realmente su veracidad, visto que la exclusividad es integral para él. Si él afirma que el cristianismo es falso, entonces se distancia de la cosmovisión cristiana y asume otra. Esto genera una colisión de cosmovisiones, dando al cristiano una oportunidad para aniquilar totalmente las creencias de sus oponentes en debates y para hacer de él un ejemplo publico.
O alguien cree que el cristianismo es verdadero, o cree que es falso. Si cree que el cristianismo es verdadero, entonces todas las demás religiones y cosmovisiones son falsas; si cree que este es falso, entonces él debe derrotarlo en el campo de batalla de la argumentación racional. Alegar que el cristianismo es solo parcialmente verdadero, aunque sea en su mayor parte, es equivalente a decir que él es falso, visto que el mismo cristianismo reivindica ser totalmente verdadero en cada aspecto y detalle.
Esta el dicho popular que dice que hay alguna verdad en todas las religiones, que no se debe afirmar una religión con la exclusión total de las otras, y que siempre se tiene que respetar la religión ajena. Pero este es un acto de cobarde transigencia. Que incluso algunos cristianos profesos consideren esto una opción legítima refleja su compromiso débil o inexistente para con Cristo y las faltas de enseñanzas y disciplina adecuadas en la iglesia.
Si una cosmovisión religiosa es una revelación divina, entonces ningún aspecto del sistema puede ser falso o irrelevante. Dios no revela falsedad, y si lo hiciera, seria imposible que alguien la distinga de la verdad. Si una cosmovisión dada consiste tanto de proposiciones verdaderas como de falsas, nadie seria capaz de distinguir las primeras de las segundas basándose en esta misma cosmovisión.
Si alguien distingue lo que es verdadero de lo que es falso en una determinada cosmovisión, esto necesariamente implica que él esta presuponiendo otra cosmovisión como su parámetro de verdad, la cual él sabe o admite ser totalmente correcto, por la cual él esta ahora evaluando la otra cosmovisión en cuestión. Él debe asumir su parámetro de verdad como tal, visto que de otra forma no seria capaz de evaluar si diferentes aspectos de otra cosmovisión son verdaderos o falsos. Siendo este el caso, él no estaría aprendiendo algo de la cosmovisión que esta bajo escrutinio, visto que ya adopto una que asume como siendo enteramente verdadera.
Por ejemplo, alguien que prueba una reivindicación de verdad con el “método científico” presupone una cosmovisión en la cual dicho método para probar reivindicación de verdad es admitido como confiable. Pero, si la cosmovisión basado en la cual él hace esta suposición no es totalmente verdadera, entonces no puede, en primer lugar, saber si el método científico es confiable. Por tanto, una cosmovisión que es apenas parcialmente verdadera también es una cosmovisión inútil; ella desemboca lógicamente en el escepticismo epistemológico completo, de forma que ningún conocimiento es posible en ninguna de las hipótesis.
La reivindicación cristiana es que toda la Biblia es verdadera, y si toda la sabiduría y conocimiento están en Cristo, entonces todo lo que es verdad en otras religiones y cosmovisiones fue robada del cristianismo. Si los no cristianos alegaran entonces que tal infamación viene de la cosmovisión de ellos, se volverían plagiarios e hipócritas, incluso partiendo de una perspectiva humano. Pero esto es mucho mas serio desde la perspectiva divina:
Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.
Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.
(Romanos 1:18-19)
A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios
(Romanos 1:21-22)
Pablo afirma que todos los seres humanos tienen un conocimiento innato e ineludible del Dios cristiano, pero los no cristiano rehúsan reconocerlo. Ellos no lo glorifican o le agradecen como a Dios y creador. Por el contrario, pervierten su conocimiento y tendencias innatas, resultando en idolatría. Entonces, creen cualquier otra cosa que sea verdadera en el sistema de pensamiento de ellos sobre los ídolos que adoran. Romanos 1:25 dice: “ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a cosas y seres creado, en lugar del creador”. Esta condenación se aplica igualmente a los cuentistas no cristianos, bien como a los budistas y a los mormones.
Por tanto, decir que las religiones y cosmovisión no cristianas poseen alguna verdad sirve solamente para condenarlas, y no hace nada para apoyar la credibilidad o utilidad de ellas de ninguna manera. Aun así, el reconocimiento de que las falsas religiones tengan algo verdadero para decir no implica que debamos respetarlas, mas solamente quiere decir que nosotros las pescamos “in fraganti” en el crimen de robo espiritual contra Dios. Ellos recibieron de él y, aun así, lo niegan.
No estamos diciendo que Dios se revela de una forma limitada en las religiones no cristianas, mientras que lo hace más plena y verdaderamente a través de la cristiana. Antes bien, estamos diciendo que él no se revela por medio de ninguna religión o cosmovisión no cristiana, de ninguna manera. Cada persona nace con un conocimiento innato del dios cristiano mas, desafiándolo, los no cristianos suprimen este conocimiento y construyen sus propias cosmovisiones basadas sobre premisas no cristianas. Con todo, ellos no pueden suprimir completamente todos los trazos de la verdad cristiana y, así, vemos que todas las religiones y cosmovisiones no cristianas se apropian de principios cristianos que son imposibles de justificar sobre la base de premisas no cristianas. Esto es, los principios cristianos en sus religiones y cosmovisiones no pueden ser deducidos de sus primeros principios no cristianos. Luego, cualquier verdad en ellas es evidencia de engaño e impiedad, y no de genuina orientación divina.
Ellos levantan sus “becerros de oro” y declaran en alta voz: “he ahí sus dioses, ho Israel, que los sacaron de Egipto” (Éxodo 32:4). Mientras que, Dios dice: “yo soy el Señor; este es mi nombre. No daré a otro mi gloria ni a las imágenes mi loor” (Isaías 42:8). En vez de dar la gloria debida al Dios de la Biblia cristiana, suprimen su conocimiento de este Dios verdadero y, en lugar de este, dan gloria a los ídolos. Por tanto, los adeptos de religiones y cosmovisiones no cristianas son “inexcusables” (Romanos 1:20).
Dios “hace salir su sol sobre malos y buenos y derrama lluvias sobre justos e injustos” (Mateo 5:45). Un idolatra no consigue dar la gloria a quien ella es debida, visto que no recibe lluvia u otras provisiones de su ídolo, sino del Dios cristiano. Aunque esté les haya dado un conocimiento innato con respecto a si mismo la persona suprime la verdad por causa de su impiedad (romanos 1:18), y prefiere honrar al ídolo (romanos 1:21). De la misma forma, un ateo recibe lluvia y otras provisiones de Dios pero, en vez de esto, lo acredita a las causas naturales. Por esta razón la ira divina esta derramada sobre todo los no cristianos.
Si Cristo posee toda sabiduría y conocimiento, entonces el hecho de que cualquier no cristiano pueda saber que 1+1=2 significa que Cristo, que es “la verdadera luz, que ilumina a todos lo hombres” (Juan 1:9), le dio ese conocimiento. Este no ser origina o reside en su religión o cosmovisión no cristiana, sino que es una parte integral del sistema cristiano. Sino da gracias al Dios cristiano por este conocimiento, entonces esta cometiendo robo espiritual e intelectual al fallar en dar el crédito a la fuente apropiada de su conocimiento.
Por otro lado, los cristianos reciben conocimiento libremente de aquel a quien ellos adoran: “es, sin embargo, por iniciativa de él que ustedes están en Cristo Jesús, el cual se torno sabiduría de Dios para nosotros” (1 Corintios 1:30). Visto que Cristo tiene un monopolio sobre la verdad, cualquier persona que conoce algo, sea lo que fuere, debe su conocimiento a Cristo, y el fracaso en adorarlo y darle gracias es un pecado que merece el castigo venidero.
Por tanto se sigue que es pecaminoso para los cristianos decir que pueden aprender algo de las religiones y cosmovisiones no cristianas. Suponga que una religión no cristiana tenga dentro de si un pedazo de información verdadera. A partir de nuestra premisa de que Cristo es el poseedor de toda sabiduría y conocimiento, este pedazo de información debe necesariamente ser un verdad “cristiana” que esta otra religión robo y, por tanto, es primeramente una parte de la revelación cristiana. Intentar aprender una verdad Cristiana a partir de una fuente no cristiana es irreverente y tonto. Solamente la revelación bíblica presenta la verdad sin mezcla o distorsión.
Volviendo a una cuestión mencionada anteriormente, si un sistema religioso es apenas parcialmente, más no enteramente verdadero, seria imposible distinguir lo verdadero de lo falso sobre la base de esta propia religión. Los cristianos que dicen que otras religiones contienen algunas verdades son capataces de reconocer a estas por lo que son, precisamente porque ya las aprendieron a partir de la cosmovisión cristiana, la cual ellos afirman como enteramente verdadera; de otra forma, no habría manera de distinguir lo verdadero de lo falso.
Suponga que un determinado sistema de pensamiento que incluya la siguiente proposición:
(1) X es un hombre, y (2) X es un contador. Si en realidad (1) es verdad, pero (2) es falso, ¿Cómo alguien afirmará (1) y negará (2) a menos que él ya conozca X? a menos que una determinada cosmovisión A sea verdadera enteramente, no hay manera alguna de decir cual proposición es verdadera sin introducir el conocimiento fuera del sistema, tal como una determinada cosmovisión B, en cuyo caso el sistema en cuestión A seria evaluado por el sistema a partir del cual la persona obtuvo dicho conocimiento introducido B. pero si alguien ya obtuvo este conocimiento a partir de otro sistema de pensamiento B, ¿Cómo él puede estar aprendiendo a partir de este sistema en cuestión (A)? él esta juzgándolo, no aprendiendo a partir de él.
No hay nada para aprender a partir de una religión o cosmovisión que no sea enteramente verdadera. Alguien puede aprender solamente a partir de un sistema de pensamiento si el mismo fuere verdadero en su entereza, y entonces puede usar el conocimiento adquirido para evaluar otro sistema que no sea enteramente verdadero, mas no aprender de él. Decir que una determinada religión o cosmovisión posee “alguna verdad” es, pues, condenarla como inapropiada para creer en ella, y no alabarla u honrarla en hipótesis alguna.
No hay nada verdadero que alguna religión o cosmovisión no cristiana pueda enseñar que no sea primeramente una parte del sistema cristiano. Toda infamación verdadera y conocible ya esta declarada o subentendida en la cosmovisión cristiana; cualquier infamación verdadera no declarada o subentendida por la revelación bíblica es incognoscible. Decir otra cosa seria negar nuestra premisa básica de que toda sabiduría y conocimiento están en Cristo, en cuyo caso podemos cuestionar, antes que nada, si la persona que esta haciendo la negación es cristiana.
Por lo tanto, yo concluyo que no hay nada que los cristianos puedan aprender de los no cristianos que no este ya incluido o subentendido en la cosmovisión cristiana, solo la Biblia revela estas verdades sin impureza o mixtura, y de un modo que es completo y coherente. Para mi, decir que otras religiones tiene “algunas verdad” es insultarlas-yo estoy presuponiendo que los profetas de ellas son ladrones impíos, ciertamente no dignos de la confianza y de el respeto de nadie.
Pablo dice: “la intención de esta gracia era que ahora, mediante la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios se tornase conocida a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3:10). Dios pretende que la iglesia lo glorifique manifestando su sabiduría en el contexto de la proclamación de un mensaje exclusivo. Él ciertamente no intencionó que la iglesia alabe a las religiones y cosmovisiones no cristianas por la sabiduría y el conocimiento que ellas han robado de nosotros, y menos aun que afirme la falsedad de las otras religiones y cosmovisiones como verdades. Las religiones y cosmovisiones no cristianas pueden contener diversas proposiciones verdaderas- suficientes para hacerlas culpables, pero nunca para hacer posible la salvación.
Las mismas críticas contra las religiones no cristianas se aplican a las cosmovisiones que reivindican ser no –religiosas. Por ejemplo, los cristianos no pueden aprender nada a partir de la cosmovisión ateísta, a menos que el ateismo sea enteramente verdadero. El ateo no puede conocer nada de forma alguna, sino fuera por Cristo, el logos que facilita el conocimiento y la comunicación entre los hombres. No hay nada en la cosmovisión no cristiana que pueda ofrecer alguna verdad al cristiano que no este ya en la cosmovisión cristiana.
Por ejemplo, un cristiano, puede obtener un trago de agua de un ateo, que tiene para ofrecer a través de una colecta de la lluvia. Mas la lluvia no viene de, y no puede ser definitivamente explicada por nada inherente a la cosmovisión ateísta; antes, la lluvia viene del Dios cristiano. La diferencia es que el cristiano da gracias a Dios por el agua, pero el ateo no, y no consigue reconocer al verdadero Dios que es la fuente última de la lluvia; el ateo peca y compromete su alma a la condenación eterna.
De igual modo, un estudiante cristiano puede aprender que 1+1=2 a partir de un tutor ateo, pero ese pedazo de información pertenece a Cristo, que tiene toda sabiduría y conocimiento. El ateo esta simplemente enseñando al cristiano algo que es inherente a la cosmovisión cristiana, que él aprendió de Cristo, el logos sin dar las debidas gracias a Dios. Por otro lado, el cristiano reconoce que todo conocimiento pertenece a Cristo, y da gracias a Dios por este pedazo de información.
Para hablar en términos de proposiciones, todas las proposiciones verdaderas son, en verdad, proposiciones cristianas- ellas son la propiedad de Cristo; por lo tanto, son mucho mas apropiada y correctamente expresadas dentro del contexto de la cosmovisión cristiana. Así, decir que los cristianos pueden, de hecho, aprender el verdadero conocimiento a partir de los no cristianos, tal como 1+1=2, no significa que es deseable hacerlo así, visto que algún grado de distorsión y limitación inevitablemente ocurrirá por causa de las presuposiciones no cristianas de aquellos que la enseñan.
Incluso el conocimiento que es aparentemente no religioso en naturaleza es mas bien expresado y enseñado dentro de un contexto explícitamente cristiano. Por ejemplo, si Dios es el gobernador y planificador de la historia, entonces un libro de texto sobre las civilizaciones occidentales que no menciona la providencia divina no es un buen texto de forma alguna, visto que negligencia el propio factor que determina todos lo eventos y progresos históricos. Si lo que la Escritura dice sobre la creación es verdad entonces “en el principio Dios creo los cielos y la tierra” (Génesis 1:1) es una explicación superior para la existencia del universo que cualquier otro sistema sofisticado de cosmología que falle en reconocerlo como la causa primera y sustentadora de todo lo que existe (Colosenses 1:17; Hebreos 1:3). Cosas similares pueden ser dichas en los campos de economía, literatura, música e incluso deporte.
Aquel que insiste en pensar independientemente de las proposiciones bíblicas reveladas por Dios, debe refutar a la cosmovisión que lo desafía representada por el sistema cristiano. Si todas las cosas fueron creadas y son ahora sustentadas por el logos divino, Jesucristo, entonces el mismo pensamiento no tiene justificación última sin presuponer primero la cosmovisión cristiana. El raciocino no puede ni siquiera ser inteligible sin la existencia de una mente eterna, omnipotente, omnisciente y racional, de quien nosotros, que somos hechos a la imagen divina, y, así, modelados según la mente de él, recibimos las leyes de la lógica y la gramática. El no cristiano debe mostrar, basado en su cosmovisión, sin tomar prestadas presuposiciones cristianas, que las leyes de la lógica no son reglas arbitrarias ni meras convenciones; de otra manera, cualquier argumento que él haga puede ser descartado por estar basado sobre reglas arbitrarias o meras convenciones. No consiguiendo quitar tal obstáculo, el no cristiano no puede ni siquiera debatir con el cristiano sobre cualquier asunto antes de presuponer la cosmovisión cristiana entera.
Los incrédulos frecuentemente acusan la exclusividad de los cristianos como indicando una falta de amor para con las personas. Con todo, la Biblia enseña que el verdadero amor “no se alegra con la injusticia, pero se alegra con la verdad” (1 Corintios 13:6). Los cristianos no están bajo ninguna obligación de permitir a los no cristianos que definan para nosotros el significado de amor.
El cobarde intelectual que no puede refutar a la cosmovisión bíblica dice que los cristianos tienen mente estrecha, están llenos de odio y son santurrones. Pero nosotros rechazamos todas las religiones y cosmovisiones no cristianas por ser falsas. Una “apertura” que aceptase la mentira tan rápidamente como asiente la verdad, denuncia una mente estupida, depravada y distorsionada, y no una señal de agudeza intelectual o progreso moral. Los cristianos que osadamente condenan todas las religiones y cosmovisiones no cristianas por ser falsas no lo hacen porque sean santurrones, sino porque creen en la verdad en vez de la mentira, y por no ser estupidos.
Por tanto, sometámonos a las siguientes declaraciones apostólicas:
Si alguien no ama al Señor, sea maldito. Ven, Señor (1 Corintios 16:22).
Mas aunque nosotros o un ángel de los cielos predique un evangelio diferente de aquel que les predicamos, que sea maldito. Como ya les dijimos, ahora repito: si alguien les anuncia un evangelio diferente de aquel que ya recibieron, que sea maldito (Gálatas 1:8-9).
Que así sea. Que sea eternamente condenado cualquiera que abogue por una religión o cosmovisión que discorde del cristianismo bíblico.
Debemos insistir en el hecho de que solamente el cristianismo es verdadero y que todas la religiones y cosmovisiones no cristianas son falsas, pues esta creencia es una parte integral y necesaria del cristianismo bíblico, y aquellos que afirman ser cristianos no tienen la opción de rechazarla. Como cristianos, debemos gloriarnos en la naturaleza exclusiva de nuestra fe en vez de avergonzarnos de ella. La cuestión no es si alguien haya tal afirmación emocionalmente satisfactoria, aunque debamos hacerlo, sino si es objetivamente verdadero que Cristo, y, por lo tanto, el cristianismo, es el único poseedor de la verdad, y que cualesquiera pretensiones verdaderas en otras religiones y cosmovisiones no son nada mas que mercaderías robadas y evidencia de la culpa de ellas.
La misma Biblia reivindica un estatus exclusivo y ningún epíteto contra el cristiano diciendo que está defendiendo el odio y el fanatismo, puede mudar la verdad de esta reivindicación. Cualquier persona que rechace la reivindicación cristiana de exclusividad debe esta pronta a confrontar a la cosmovisión cristiana con la suya no cristiana. Aquellos cristianos profesos que se oponen a la total exclusividad y superioridad del cristianismo deben reconocer que rechazan la infalibilidad bíblica, que repudian la autoridad de Cristo, de los profetas y apóstoles y, así, que no tienen fundamento bíblico para autodenominarse cristianos.
Si el cristianismo osa declararse como poseyendo el monopolio sobre la verdad y espera que los otros cedan, entonces es justo que él deba demostrar su superioridad cuando es asaltado por otras cosmovisiones. Todavía, seria intelectualmente deshonesto y moralmente despreciable para el no cristiano permanecer resistiendo a la cosmovisión cristiana, incluyendo a su reivindicación de exclusividad, después de que el cristiano haya triunfado en la argumentación.
En conexión con esto, la iglesia en general esta en falta por no ofrecer a los creyente un entrenamiento mejor en apologética, de forma que muchos de ellos han sucumbido cobardemente a la apelación de los incrédulos para practicar la “tolerancia” y, así, cesado de confrontar a las falsas religiones y cosmovisiones abrazadas por aquellos. Aunque los cristianos deban ser corteses para con los incrédulos en un nivel social, aquellos que son simpáticos para con los no cristianos en un nivel teológico o ideológico, cometen traición contra Cristo y su reino.
Colosenses 2:9-10 Dice: “pues en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la deidad, y por estar en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes recibieron la plenitud”. Si “toda la plenitud de la divinidad” esta en Cristo Jesús, ningún profeta subsiguiente puede ser mayor que él, pues no hay nada que haya sido dejado para ser revelado por otro profeta que no haya sido ya revelado por Cristo, y aquellos que afirman tener tal revelación adicional, deben ser falsos profetas. Cristo es “el Cabeza de todo poder y autoridad”, y nadie que venga después de él puede sustituirlo. Si hemos “recibido la plenitud en Cristo”, el cual, a su vez, tiene “toda la plenitud de la divinidad”, entonces no hay nada para aprender a partir de las religiones y cosmovisiones no cristianas. Si Cristo no es meramente un mensajero o una manifestación de Dios, sino él mismo, ningún profeta puede alterar actualizar, contradecir o adicionar algo a la revelación cristiana. Aquellos que lo hacen son impostores y mentirosos.
Alguien puede pensar que este tipo de lenguaje es, con certeza, demasiado severo y poco delicado; con todo, la Biblia habla de los incrédulos como brutos, víboras, perros, puercos, tontos, hipócritas, sepulcros blanqueados e hijos del Diablo. No usamos palabras desagradables por amargura, ira o descortesía, sino como un intento de dar descripciones adecuadas de la estupidez y depravación de la incredulidad. Más allá de eso, no afirmamos que los no cristianos deban permanecer en esta condición. Aquellos de entre nosotros que fueron salvos, “también vivíamos entre ellos, satisfaciendo las voluntades de nuestra carne, siguiendo sus deseos y pensamientos. Como los otros, éramos por naturaleza merecedores de la ira” (Efesios 2:3). Sin embargo, “por el gran amor con que nos amó, nos dio vida con Cristo, cuando aun estábamos muertos en transgresiones, por la gracia son salvos” (V. 4,5) no nos gloriamos ni triunfamos sobre los fracasos de los no cristianos por causa de algunas cualidades superiores inherentes en nosotros mismos, mas “quien se glorié, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:31). Y aun ahora, no podemos hacer nada aparte de Cristo (Juan 15:5).
Los cristianos que profesan fe en Cristo deben entender a quien y por lo que ellos se comprometieron. Aquellos que se llaman cristianos y que, al mismo tiempo, experimentan gran dificultad con las reivindicaciones bíblicas de exclusividad deberían examinarse para ver si son cristianos auténticos (2 Corintios 13:5), o si comprendieron muy erróneamente el mensaje del evangelio y, por lo tanto, experimentaron falsas conversiones. Muchas personas aceptaron una versión diluida y distorsionada del cristianismo, estas personas hubiesen rechazado una presentación correcta del evangelio bíblico si esta les hubiese sido presentada en esa ocasión.
Si ellos entienden la verdadera naturaleza del cristianismo como una religión y cosmovisión exclusivas, pero continúan negando la supremacía y autoridades exclusivas de Cristo, repudiando así la fe cristiana, entonces ¿por cual definición ellos son cristianos genuinos? ¿En que sentido puede alguien ser cristiano si declara que Cristo puede ser solamente una opción entre muchas, y que sus propias reivindicaciones de autoridad y verdad exclusivas están equivocadas (Mateo 28:18; Juan 14:6)? ¿En que sentido una persona que concientemente contradice a los apóstoles Pedro y Pablo (Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5) puede ser cristiana? Ella falsamente llama a su fe “cristianismo”, visto que desafía las declaraciones bíblicas sobre un asunto de lo más importante.
Debemos confrontar a los cristianos profesos indecisos dentro de la iglesia, de forma que escojan de una vez por todas a quien servirán (Josué 24:15), y paren de tener una mente dubitativa o de “oscilar para un lado y para el otro” (1 Reyes 18:21). Si el cristianismo es verdadero, entonces todas las religiones y cosmovisiones no cristianas son falsas; si cualquier otra religión o cosmovisión es verdadero, entonces el Cristianismo no puede ser al mismo tiempo verdadero.
Muchos cristianos condenan apresuradamente el robo, el adulterio y el asesinato, con una posición aparentemente inamovible e intransigente. Con todo, al mismo tiempo fomentan un tipo de dialogo de no confrontación con religiones y cosmovisiones no cristianas que denuncian una actitud que ve a la idolatría como no siendo tan impía como lo son los otros pecados. Esto revela que su parámetro ético es, más humanístico que bíblico, mas antropocéntrico que teocentrico. Quedan horrorizados con los crímenes violentos, pero consideran al ateismo e idolatría con una bondad y empatía humanísticas.
Con todo, la falsa adoración es un pecado mucho mayor que el asesinato o la violación. Jesús dice que “él primero y mayor mandamiento” es “ama al Señor tu Dios de todo tu corazón de toda tu alma y de todo tu entendimiento” (Mateo 22:37-38), mientras que amar a sus compañeros humanos es designado como el segundo mandamiento (V. 39). Luego, es contra el patrón bíblico de ética lamentar más los crímenes contra la humanidad que los pecados contra el único Dios verdadero.
Mi preocupación es si los cristianos consideran el ateismo y la idolatría como los pecados mas serios, o si pueden ignoran los cuatro primeros mandamientos del Decálogo mientras obedecen el resto. Estoy convencido de que la actitud indiferente y cómoda de muchos cristianos para con los pecados del ateismo y de la idolatría deja de reflejar la denuncia extrema de la escritura contra ellos. Y, en la medida en que nuestros pensamientos discordan con los pensamientos de Dios, pecamos contra él, haciéndolo un mentiroso.
Tenemos que apelar a los cristianos para que se decidan, pues si profesan a Jesucristo como señor, deben renunciar permanentemente a sus predisposiciones de idolatría y sincretismo, y defender que el conocimiento de la salvación es encontrado en la escritura solamente, que la obra redentora de Dios es apropiada solamente a través de Cristo, y que esta solo es aplicada la individuo por la fe.
Quien rechaza la noción de que una religión o cosmovisión pueda ser exclusivamente verdadera ya esta asumiendo la exclusividad al decir que es exclusivamente verdad que ninguna religión puede hacer reivindicaciones exclusivas. Todas las religiones exclusivas deben ser excluidas. Apelar a la tolerancia para ser inclusivos en nuestra teología es frecuentemente una excusa para evitar tratar con las varias e irreconciliables contradicciones entre las cosmovisiones. El no cristianos debería dejar de ser un cobarde intelectual, encarar la realidad y admitir que por causa de estas reivindicaciones contradictorias, no toda cosmovisión puede ser verdadera.
¿Qué da a los incrédulos el derecho de ser intolerantes para nuestras reivindicaciones exclusivas? Si ellos son verdaderamente tolerantes, ¿Por qué no toleran nuestros ataques y como respuesta dejan de defenderse? Más ellos si se defienden, atacando vehementemente al cristianismo, pero no atacan blancos fáciles, tales como el islamismo, budismo con frecuencia, si es que alguna vez lo hacen. No obstante, estas otras religiones también hacen fuertes reivindicaciones exclusivas. ¿Es apenas un caso de ignorancia en el estudio de las religiones, o es un caso de preconcepto selectivo equivalente a una conspiración satánica contra la verdadera fe?
¿Por qué los incrédulos enfocan sus esfuerzos en el ataque del cristianismo? Varias cosas pueden pasar en sus mentes distorsionadas y depravadas, pero hay dos posibilidades obvias. Primero, solamente la cosmovisión cristiana se coloca como una amenaza para ellas, desde un punto de vista intelectual. Segundo, en realidad hay solo dos grupos de personas en el mundo- cristianos y no cristianos (Génesis 3:15). Jesús dice: “aquellos que no están conmigo están contra mi” (Mateo 12:30). Del punto de vista de Dios, todo los no cristianos están del mismo lado, quiera que sean ateos, budistas o mormones. Se trata, definitivamente, de un caso de la verdad única contra una variedad de falsedades, y no de varias cosmovisiones dignas compitiendo por dominio.
Hay algunos que dicen que la intolerancia intelectual e ideológica resulta de la ignorancia; sin embargo, estos mismos individuos rechazan ciertas proposiciones basados en lo que ellos alegan ser conocimiento, y no ignorancia. Por ejemplo, ellos rechazan la idea de que la tierra es plana debido al conocimiento que afirman tener. Por consiguiente, la intolerancia intelectual e ideológica es a menudo una reivindicación de conocimiento. Podemos argumentar si este conocimiento alegado es verdadero, mas el mismo hecho de debatir presupone que cada uno considera al otro como errado, y que cada uno está dispuesto a exponer los errores del otro. Por otro lado, la tolerancia es una marca de la ignorancia-alguien que no sabe lo que es verdadero o falso no tiene base sobre la cual cualquier idea o creencia.
Jamás debemos tolerar la falsedad, mas si exponerla y destruirla sin embargo, no hacemos esto a través de la violencia física, sino por una irrestricta y sin piedad actitud intelectual en el dialogo y en la argumentación racional. Como dice Pablo:
Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.
(2 Corintios 10:4-5)
La honestidad y el coraje exigen que promovamos la confrontación de las cosmovisiones en el debate privado y público, y que decidamos de antemano que aquellas que no pueden soportar el escrutinio intenso deben ser abandonadas por ser falsas. El cristianismo será la única [cosmovisión] que permanecerá en pie cuando el polvo se asiente.
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